Si has llenado el depósito del coche últimamente te habrás dado cuenta de que la gasolina ha bajado bastante. Pero lo que a lo mejor no sabes es que el precio del barril de petróleo ha bajado más aún. Antes de nada, hagamos una breve incursión en la situación del mercado energético. Desde los máximos […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
Si has llenado el depósito del coche últimamente te habrás dado cuenta de que la gasolina ha bajado bastante. Pero lo que a lo mejor no sabes es que el precio del barril de petróleo ha bajado más aún. Antes de nada, hagamos una breve incursión en la situación del mercado energético.
Desde los máximos anuales de junio, el precio del Brent (barril de referencia en Europa) ha descendido más de un 40%. Para explicar este abaratamiento durante los últimos meses debemos analizar sus dos variables más importantes: la oferta y la demanda.
La demanda de combustible, si bien sigue aumentando, se ha ralentizado en los últimos meses. Las perspectivas de crecimiento global se han enfriado, como demuestra la reciente rebaja de previsiones de crecimiento del PIB por parte del Fondo Monetario Internacional. La recuperación en Europa está en entredicho y los países emergentes ya no crecen tanto como solían.
Sin embargo, la clave está realmente en la oferta. Desde hace unos años, ha entrado en juego una nueva técnica de perforación denominada fracking. Se trata de una tecnología de extracción de la que se está beneficiando especialmente Estados Unidos. De hecho, según algunas estimaciones, el país podría dejar de ser un importador neto de energía en los próximos años, algo que de llegar a cumplirse tendría un efecto muy significativo en la economía mundial.
Por otro lado nos encontramos a los tradicionales países exportadores de la OPEP, que controlan un tercio de la producción mundial. A pesar de que a sus miembros les conviene un precio de crudo elevado (ya que lo exportan), han decidido recientemente que no disminuirán su producción con un objetivo estratégico: un precio del petróleo bajo puede provocar que el fracking que realiza Estados Unidos no sea tan rentable, por lo que se podría dejar de invertir en el desarrollo de esta tecnología.
Aunque nadie sabe a ciencia cierta qué precio tendrá el petróleo en los próximos meses, hay que tener en cuenta que a lo largo de la historia ha habido caídas de su precio incluso superiores a las que se están produciendo en esta ocasión. También hay expertos que esperan que tarde o temprano se recuperen los niveles a los que nos tenía acostumbrados.
Desde el punto de vista de la inversión, ¿cómo se pueden aprovechar las oportunidades que ofrece el petróleo?
La inversión en materias primas puede ser interesante para diversificar nuestra cartera y reducir la volatilidad de la misma, ya que se trata de un activo que tiene poca o ninguna correlación con los mercados tradicionales.
Se puede invertir en petróleo de más maneras de las que te imaginas. Aquí te damos algunas alternativas:
Certificado Quanto sobre el petróleo (DE000SG1R1J2): es un producto cotizado en Bolsa que replica la variación del precio del futuro sobre el petróleo Brent, aislándolo de la evolución del dólar. No tiene apalancamiento, por lo que el riesgo es menor que en otros productos. El Certificado únicamente permite apostar por alzas en el precio, no permitiendo posiciones bajistas. Su contratación en el mercado es tan sencilla como la compra de una acción.
Warrants: permiten apostar tanto por alzas (warrant call) como por caídas (warrant put) del precio. Los warrants sí tienen apalancamiento, si bien la posible pérdida está limitada al efectivo desembolsado. Puedes localizar estos productos a través de nuestro buscador, en la opción "Productos Cotizados" del menú lateral, dentro del apartado "Bolsa".
ETFs: son fondos de inversión que cotizan en el mercado, replicando la evolución de un activo o un índice. Existen ETFs que permiten invertir en petróleo, como el US Oil Fund, que cotiza en Estados Unidos (con ticker USO e ISIN US91232N1081) y replica la evolución del petróleo West Texas Intermediate, permitiendo beneficiarse de alzas en el precio. También existen ETFs que permiten sacar partido a las caídas, como el US Short Oil Fund (con ticker DNO e ISIN US9126132052), que replica a la inversa la evolución del precio del petróleo.
Futuros sobre el petróleo: permiten beneficiarse tanto de subidas como de caídas en los precios del petróleo, según tomemos una posición alcista o bajista. Se emiten sobre diferentes tipos de crudo, siendo los más negociados los que tiene como subyacente el Brent y el West Texas. Para su negociación es necesario depositar una garantía, que es muy inferior al valor nominal de los contratos que se negocian, por lo que tienen un elevado apalancamiento, pudiendo conllevar pérdidas superiores al capital inicialmente desembolsado.
Contrato por Diferencias (CFD) sobre el petróleo: son un instrumento de inversión derivado, que está referenciado al precio de otro activo, que denominamos "subyacente". Entre la multitud de subyacentes sobre los que se emiten estos contratos figura el petróleo. Al igual que en el caso de los futuros, la pérdida puede superar el capital inicialmente desembolsado, por lo que el riesgo es elevado.
Los Certificados, Warrants, ETFs, Futuros y CFDs son productos complejos y no adecuados para todos los inversores. Requieren un seguimiento y vigilancia constante de tu inversión. En el caso de los CFDs y los Futuros, la pérdida puede ser superior al capital inicialmente desembolsado.
Equipo de Self Bank.