Hemos vivido unos años de constante intervención de las autoridades en los mercados y de políticas poco convencionales como la expansión cuantitativa (QE) por parte de los bancos centrales. En este sentido, Raman Srivastava, Co-director de inversiones adjunto de Standish, reflexiona para apuntar que las expectativas generalizadas de que la Reserva Federal estadounidense subirá sus […]
Dirigentes Digital
| 28 sep 2015
Hemos vivido unos años de constante intervención de las autoridades en los mercados y de políticas poco convencionales como la expansión cuantitativa (QE) por parte de los bancos centrales.
En este sentido, Raman Srivastava, Co-director de inversiones adjunto de Standish, reflexiona para apuntar que las expectativas generalizadas de que la Reserva Federal estadounidense subirá sus tipos de interés este año también han planteado la perspectiva de una nueva fase bajista en los mercados de renta fija en el horizonte, pese al hecho de que cualquier subida de tipos partiría de una base muy baja: el precio del dinero en los principales mercados se halla en mínimos históricos.
Srivastava señala que este escenario ha llevado a las rentabilidades por cupón (TIR) de la deuda hasta mínimos históricos. Por ello, el experto señala que un gran número de inversores está realizando un examen profundo del panorama de mercado y replanteándose cuál es el mejor modo de generar rentas en sus carteras. "Para muchos, los días en que los cupones eran el principal motor de rentabilidad al invertir en deuda son cosa del pasado, aunque la renta fija como clase de activo sigue viéndose generalmente como una inversión ‘fiable’ en un entorno de mercado incierto y volátil", añade.
Ahora bien, la reunión celebrada por la Reserva Federal (Fed) dejó varios interrogantes abiertos. ¿Cuándo subirán los tipos de interés? ¿Por qué le cuesta tanto al regulador monetario moverlos? El experto destaca que aún hay factores a largo plazo que lastran a los bancos centrales y que, si nada cambia, tardarán tiempo en resolverse.
"Para que los tipos suban de forma consistente, o para que las rentabilidades por cupón se instalen en niveles sosteniblemente superiores, deberían publicarse datos económicos sólidos en los principales mercados (como por ejemplo Estados Unidos) y especialmente en ámbitos clave como el empleo y la inflación", subraya. En cambio, a nivel global nos enfrentamos a un panorama económico muy dispar, con grandes diferencias entre países individuales, apunta Srivastava.
Al otro lado del Atlántico, por ejemplo, el experto de Standish cree que la recuperación económica puede continuar y que podríamos ser testigos de datos macroeconómicos robustos. "Si cristaliza este escenario y repunta la inflación, la Fed podría comenzar a subir sus tipos de interés a corto plazo, quizá a un ritmo mayor del que descuenta actualmente el mercado".
Aún así, Srivastava no cree que esto signifique que vaya a producirse necesariamente una fuerte subida de los tipos a largo plazo. "Por mucho que pensemos que la inflación vaya a subir, no anticipamos un retorno a los niveles de crecimiento previos a la crisis, lo cual pondrá un límite natural a la subida de las TIR", destaca.
¿Y Reino Unido?
La gestora estima que la evolución de los tipos de interés parece más incierta fuera de Estados Unidos, aunque el Reino Unido comparte algunas de sus características clave. Entre esas características está el que ambos reguladores han seguido una hoja de ruta parecida y que los datos procedentes del mercado británico tienden a ser muy similares a los estadounidenses, quizá con cierto retraso en el tiempo.
"Pero una vez fuera de Estados Unidos y Reino Unido, cada mercado es único, ya sea en la Europa continental como en otros países como Japón y Australia", añade el experto.
Otro de los obstáculos viene de la mano del impacto de políticas intervencionistas y experimentales como la QE y la expansión cuantitativa y cualitativa (QQE) en mercados como Europa y Japón. Por ello, Srivastava alerta de que cuesta anticipar subidas de tipos o aumentos significativos de las TIR fuera de Estados Unidos y el Reino Unido, pues todavía detectan varios excesos de oferta de crédito que seguramente mantendrán bajas las rentabilidades.