La inflación armonizada de la Zona Euro repuntaba en enero hasta el 1,8%, consistente con el objetivo del Banco Central Europeo (BCE) de “por debajo, pero cerca del 2%”, por primera vez en cuatro años. El IPC cerraba diciembre en el 1,1% y, en su última reunión (antes de conocerse el primer dato de 2017), […]
Dirigentes Digital
| 07 feb 2017
La inflación armonizada de la Zona Euro repuntaba en enero hasta el 1,8%, consistente con el objetivo del Banco Central Europeo (BCE) de “por debajo, pero cerca del 2%”, por primera vez en cuatro años. El IPC cerraba diciembre en el 1,1% y, en su última reunión (antes de conocerse el primer dato de 2017), la autoridad monetaria señalaba que sus decisiones “han asegurado la convergencia sostenida” hacia dicho objetivo. Con todo, su presidente, Mario Draghi, trataba de tranquilizar al mercado, en medio de los rumores que apuntan a la reducción de sus compras de deuda (QE) más pronto que tarde. El banquero italiano reconocía que el avance de los precios no le preocupaba: “Seguimos examinando si los cambios son transitorios y sin implicaciones para el medio plazo”. De hecho, añadía: “No hay señales de una tendencia consciente al alza en la inflación subyacente”. Esta es la misma premisa que baraja el consenso, que recuerda una y otra vez, lo rezagado del ciclo económico de la Zona Euro (frente a Estados Unidos) y la mayor debilidad de sus precios. Impacto en la política monetaria “En Europa, la subyacente sigue débil, por debajo del 1%. Además, los bancos centrales han restado importancia a la reciente subida, explicando la misma por el efecto base en el precio del petróleo, que hace un año alcanzó niveles inferiores a los 30 dólares por barril”, señalan desde Link Securities. “Todo apunta, por tanto, a que las autoridades monetarias están dispuestas a mantener por ahora y por bastante tiempo sus política monetarias ultralaxas”, concluyen. El incentivo a dejar crecer la inflación que tienen los bancos centrales es, no obstante, una de las razones para vigilarla de Julius Baer. Europa, afirman estos expertos, “está retrasada en precios, pero lo que hará será no aportar deflación”. Así, afirman: “Por ahora es buena y bienvenida, pero hay que estar pendientes que no se desmande”. Mientras, el Departamento de Análisis de Bankinter reconoce que, por el momento, en el plano macro la única variable que podría preocupar es ésta, “porque genera volatilidad en la renta fija”. Pero, también creen que “el aumento es debido al repunte en los precios energéticos (la tasa subyacente se mantiene estable). Entendemos que aún es pronto para que el BCE cambie su política monetaria y/o el tamaño y/o duración de su programa de compra de activos, máxime cuando la Reserva Federal (Fed) no parece tener prisa por subir tipos”. ‘Techo’ de los precios y Bunds Con todo, Capital Economics cree que la inflación general superará en los próximos meses el objetivo del 2% de la autoridad monetaria. En concreto, creen que alcanzará un máximo en el 2,3% en marzo. Sin embargo, la subyacente se mantendrá baja, lastrando al dato principal tanto este año como el próximo. Por ello, consideran que Draghi se mantendrá “plenamente comprometido con implementar el QE hasta finales de 2017”. Por el contrario, la firma considera que la inflación subyacente probablemente ‘gane tracción’ en Estados Unidos, “sobre todo si Donald Trump consigue sus objetivos, sobre todo, con el escaso slack de la economía norteamericana. De hecho, pensamos que los inversores están subestimando en qué medida la Fed va a endurecer su política para contener los precios”. Así, “esperamos que los Bunds sigan superando a los Treasuries”.