El acuerdo alcanzado por Grecia y el resto de socios del euro compromete a Atenas a cumplir con duras exigencias para tener acceso a los 86.000 millones de un tercer rescate, que se sumarán los 300.000 millones de los dos anteriores. El documento del Consejo Europeo es exhaustivo respecto a las medidas que tiene que […]
Dirigentes Digital
| 13 jul 2015
El acuerdo alcanzado por Grecia y el resto de socios del euro compromete a Atenas a cumplir con duras exigencias para tener acceso a los 86.000 millones de un tercer rescate, que se sumarán los 300.000 millones de los dos anteriores. El documento del Consejo Europeo es exhaustivo respecto a las medidas que tiene que adoptar el Gobierno de Syriza a corto plazo. Antes del 15 de julio (el próximo miércoles) el Ejecutivo de Tsipras tendrá que someter la reforma del IVA, pensiones y recortes de gastos a la aprobación del Parlamento griego. Syriza tiene mayoría en la cámara y absoluta si se tiene en cuenta a sus socios de Gobierno ANEL, pero puede encontrar dificultades cómo se vio el pasado sábado cuando el primer ministro pidió autorización para negociar el tercer rescate. Diecisiete diputado votaron en contra y otros quince votaron a favor, pero advirtieron que en sucesivas votaciones su posición sería contraria al líder si se refiere a nuevos recortes. En la pasada ocasión, el conservador Nueva Democracia, el liberal To Potami y el socialista Pasok le dieron su apoyo.
Ahora Tsipras se encontrará en una tesitura parecida para sacar adelante las reformas y los recortes. Syriza cuenta con 149 diputados de los 300 que componen la cámara. Ante la división interna y el posible rechazo de ANEL, el primer ministro tendrá que volver a contar con los 76 diputados de Nueva Democracia, los 17 de To Potami y los 13 de PASOK.
Pero superado el trámite del miércoles, el Gobierno de Syriza tendrá que afrontar una segunda ronda de reformas en el Parlamento antes del 22 de julio. El paquete debe incluir una reforma profunda de las pensiones que deberá aplicarse antes de octubre de 2015, una reforma laboral, medidas de liberación del mercado, la privatización de la red eléctrica y un programa de privatización de 50.000 millones de euros.
Crisis de Gobierno
Medidas y exigencias que están por encima de las que fueron sometidas a referéndum para liberar 16.000 millones. La gran interrogante que se abre es si el Gobierno seguirá entero tras tragar con un tercer rescate con más dosis de austeridad y esfuerzos para el pueblo griego y sin ninguna concesión por parte de los acreedores sobre la deuda. La nota del Consejo indica que "los recortes nominales no pueden llevarse a cabo, las posibles medidas adicionales para garantizar la sostenibilidad de la deuda estarán condicionadas a la aplicación de la totalidad de las medidas y a una evolución positiva del nuevo programa".
No se descartan dimisiones en el Gobierno o la convocatoria de elecciones anticipadas. El ministro de Trabajo heleno,Panos Skurletis, ha declarado que celebrarán este año tras el desgaste que ha sufrido el Ejecutivo y la división interna del partido Syriza.
Todavía queda un largo camino
Pese a que Grecia cumpla con las condiciones exigidas para el tercer rescate, los 86.000 millones tardarán en llegar al país. l presidente del Eurogrupo Jeroen Dijsselbloem ha advertido que las negociaciones no van a durar menos de cuatro semanas y el próximo lunes Atenas necesitará 3.500 millones de euros para cumplir con vencimientos de bonos en manos del Banco Central Europeo (BCE). Y también debe pagar sus obligaciones incumplidas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) de finales de junio y del lunes.
En total, Grecia necesitará en julio 7.000 millones de euros según estimaciones de las instituciones que representan a sus acreedores. Y para mediados de agosto requerirá unos 5.000 millones de euros más para cubrir vencimientos de deuda.
El comisario económico Pierre Moscovici ha admitido en la posterior rueda de prensa que están debatiendo distintas fórmulas para adelantar dinero a Grecia. Una opción es liberar a Atenas beneficios del SMP -programa de mercados de valores-, que el BCE y los bancos centrales nacionales de la zona euro obtuvieron de la compra de bonos griegos durante la crisis de deuda soberana. Eso totalizaría 1.900 millones de dólares de 2014 y 1.400 millones de 2015, pero no sería suficiente para cubrir los requerimientos de financiación.
Una segunda alternativa es usar dinero que todavía queda en el denominado Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera (MEDE), que consiste en un fondo de rescate creado en 2010 y que fue usado para ayudar a Irlanda y Portugal.
El MEDE aún cuenta con 13.200 millones de euros, pero como los bonos emitidos por la Comisión Europea para llegar a esa suma estarían respaldados por el presupuesto de la Unión Europea, el dinero sólo puede usarse con el consentimiento de los 28 estados miembros, no de los 19 países de la zona euro. Dijsselbloem ha apostado con analizarlo esta semana en el Ecofin.
La última posibilidad sería que el BCE tras que Grecia apruebe las reformas eleve el techo del ELA para que los bancos griegos puedan financiar al Gobierno comprando deuda a corto plazo.