La última vez que el euro se cruzó con el dólar en 1,08 fue en noviembre, antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos que dieron la victoria a Donald Trump. Holanda y el resultado favorable a Macron en el primer debate electoral francés aligeran el riesgo político en la Zona Euro y compensan la […]
Dirigentes Digital
| 22 mar 2017
La última vez que el euro se cruzó con el dólar en 1,08 fue en noviembre, antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos que dieron la victoria a Donald Trump. Holanda y el resultado favorable a Macron en el primer debate electoral francés aligeran el riesgo político en la Zona Euro y compensan la subida de tipos de la Reserva Federal (Fed), junto con el hecho de que la autoridad monetaria haya mantenido sin cambios sus previsiones en este sentido, cuando el mercado pensaba que aceleraría el ritmo. Este movimiento, explica Daniel Pingarrón, analista de IG, se asienta en la fortaleza de la ‘moneda única’, “en un momento en el que se dan por hechas otros dos incrementos del precio del dinero en Estados Unidos, que podrían ser tres, mientras que el Banco Central Europeo (BCE) insiste en que mantendrá las compras de activos (QE) hasta finales de año. Desde estos niveles parece existir más espacio para las caídas que para subidas adicionales en el par”, apunta. Mientras, desde el Departamento de Análisis de Bankinter creen que “nada parece indicar que esta tendencia se vaya a quebrar en el muy corto plazo”. Y Allianz GI insiste: “Podríamos asistir a un repunte cíclico en el dólar en los próximos meses, a pesar de las valoraciones ambiciosas y de un posicionamiento altamente unilateral”. Con todo, estos últimos expertos reconocen que el ‘billete verde’ “debería verse respaldado por una menor flexibilidad de la Fed y el estímulo fiscal, así como por posibles cambios en el sistema tributario o medidas proteccionistas”. También Capital Economics duda que la debilidad del dólar sea “una señal de cambios por venir, dadas las perspectivas de la política monetaria mundial”. Detalla la firma que, el valor de la divisa estadounidense frente a otras monedas principales “ha tendido a seguir la diferencia entre los tipos de interés esperados en Estados Unidos y las economías donde se emiten estas monedas. Esperamos que esta brecha se amplía, ya que el contraste entre la Fed y otros bancos centrales será mayor de lo que espera el mercado”. Reconocen estos expertos que la autoridad monetaria norteamericana ha mantenido sin cambios sus previsiones para el precio del dinero a finales de este año y el próximo, “pero, desde nuestro punto de vista, la Fed terminará siendo más hawkish, a medida que la inflación escala”. Así, mientras la previsión oficial apunta a un rango entre el 1,30% y el 1,75% entre 2018 y 2019, estos analistas creen que será más bien 1,625%-2,625%. Al tiempo que las políticas de otros bancos centrales desarrollados se mantendrá muy acomodaticia. Así, creen que la reciente debilidad del dólar se debe principalmente a “factores temporales, como la preocupación de los inversores por el proteccionismo de Trump. Esperamos que su influencia se desvanezca, permitiendo al ‘billete verde’ reanudar su ascenso”.