Señor Boada, su trayectoria profesional ha estado ligada a Pelayo casi desde el principio por lo que ha podido vivir la evolución de la compañía en las últimas dos décadas. ¿En qué se diferencia la mutua de hoy de la que encontró hace 20 años? Cuando yo entré, Pelayo era una compañía mucho más pequeña […]
Dirigentes Digital
| 12 nov 2015
Señor Boada, su trayectoria profesional ha estado ligada a Pelayo casi desde el principio por lo que ha podido vivir la evolución de la compañía en las últimas dos décadas. ¿En qué se diferencia la mutua de hoy de la que encontró hace 20 años?
Cuando yo entré, Pelayo era una compañía mucho más pequeña y que, además, tenía problemas económicos. Por ello, tuvimos que darle una vuelta a todo para convertirla en una compañía más eficiente y más orientada al cliente y, sobre todo, para hacer de Pelayo una compañía con un servicio de muchísima más calidad. Por otra parte, el propio sector ha cambiado notablemente ya que se ha vuelto mucho más competitivo. La prueba de ello es que en estos años prácticamente han desaparecido la mitad de las compañías que operaban entonces. Por lo tanto, ahora es una época mucho más exigente que lo que podía ser entonces.
¿Cómo ha impactado en Pelayo la crisis y cómo le ha hecho frente?
El sector asegurador, como todos, ha sufrido. En cambio, la crisis nos ha afectado menos ya que la gente, cuando vive una situación económica complicada, intenta mantener su seguro del hogar, de la empresa, etc. porque ya bastantes problemas económicos tiene como para encima tener que afrontar un acontecimiento que le suponga una pérdida patrimonial importante. Sin embargo, es verdad que hemos notado una reducción de precios de los seguros como respuesta a lo que el público nos demandaba en esos momentos; por lo tanto, esto se ha traducido en una bajada de márgenes.
¿Cómo han cambiado las exigencias del cliente?
El cliente de ahora es mucho más exigente y más informado. Ahora mismo tiene muchas más posibilidades a través, sobre todo, de la tecnología, de internet, de tener una oferta mucho más completa, de conocer con mucha más profundidad todo lo que ofrecen las diferentes compañías, y, además, poderlo comparar en tiempo real. Eso hace que se haya vuelto un cliente que al final nos obligue a ser más eficientes, a ofrecer productos más adaptados a sus necesidades, y también incluso a abaratar los precios. Todo eso hace que el cliente tenga una posición posiblemente de más preponderancia que la que pudiera tener hace años.
Puede leer la entrevista completa en la revista DIRIGENTES del mes de noviembre