La digestión del ladrillo se atraganta para la banca, hasta el punto de preocupar al Banco de España. El gobernador Luis Linde alertó hace unas semanas sobre el significativo volumen de activos improductivos, tanto dudosos como adjudicados, que tienen en sus balances las entidades financieras españolas.
Los activos dudosos a los que se refiere el dirigente están muy relacionados con sector inmobiliario, tanto en crédito a promotor y particulares, como inmuebles y suelo en cartera. Preocupa porque consume capital y lastra la
rentabilidad de la banca. A cierre del segundo trimestre, el volumen de la gran banca cotizada (Santander, BBVA,
CaixaBank, Bankia, Sabadell, Popular y Bankinter) asciende a 119.534 millones, prácticamente el 10% del PIB, un 12,8% menos que respecto a hace un años, según datos recopilados KPMG.
Son 17 millones menos en los últimos doce meses, un ritmo sensiblemente inferior a 2014, cuando el sector quitó de encima 25.000 millones en 2014, tras alcanzarse más de 200.000 millones de dudosos. Hay que tener cuenta que los datos del Banco de España es para el conjunto del sector, pero los seis principales del país acaparan la mayoría del mercado. En 2015, la limpieza fue aún mayor superando los 34.000 millones respecto a un año antes.
A ello se une, también un incremento de adjudicaciones. La gran banca se ha adjudicado en los seis primeros meses del año más de 66.000 millones, acercándose al acumulado de 84.000 millones de 2015 o los 75.000 millones de 2014.
En la carrera de soltar lastre se encuentra en cabeza CaixaBank que ha reducido los activos problemáticos en 4.000 millones hasta dejarlo en 16.000 millones, aunque en los últimos doce meses los adjudicados ascienden a 13.500 millones de inmuebles. La cobertura de los activos se sitúa en el 49,7%.
El siguiente es Bankia con 3.500 millones menos hasta elevar su cartera de dudosos hasta los 11.800 millones. Sabadell le secunda con casi 3.300 millones hasta 19.900 millones y las adjudicaciones ascienden a 10.500 millones. La cobertura de dudosos se sitúa en el 54%. Bankia Le siguen Santander y BBVA, con activos por 36.300 millones y 24.800 millones, respectivamente. En Popular la reducción es de 900 millones hasta los 17.200 millones. Sólo Bankinter eleva los activos dudosos pero al incorporar el negocio de Portugal, sin él baja en 240 millones hasta los 1.900 millones.