Ayer asistimos a "una tormenta perfecta" en los mercados de valores europeos, en los que la conjunción de varios factores negativos propiciaron fuertes caídas de los índices. Así, a la incertidumbre generada por la "no actuación" de la Reserva Federal (Fed) a finales de la semana pasada se unieron ayer: un informe de un gran […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
Ayer asistimos a "una tormenta perfecta" en los mercados de valores europeos, en los que la conjunción de varios factores negativos propiciaron fuertes caídas de los índices. Así, a la incertidumbre generada por la "no actuación" de la Reserva Federal (Fed) a finales de la semana pasada se unieron ayer: un informe de un gran banco de negocios en el que revisaba drásticamente a la baja los precios de las commodities, lo que penalizó a los valores de este sector desde primera hora de la sesión; la revisión a la baja de sus estimaciones de resultados para el tercer trimestre llevada a cabo por la compañía finlandesa Outokumpu, que lastró el comportamiento de las compañías acereras cotizadas, entre ellas Acerinox, ArcerlorMittal y Aperam, odas ellas cotizadas en la Bolsa española; las declaraciones de la principal candidata a la presidencia de EEUU por el partido Demócrata, Hillary Clinton, sobre el control de precios de los fármacos, que afectó muy negativamente a las compañías biotecnológicas y del sector farmacéutico; y el "escándalo" Volkswagen, que parece "va a traer mucha cola", que hundió al sector del automóvil y de componentes para el automóvil en las distintas Bolsas europeas. Estos mismos factores penalizaron por la tarde el comportamiento de las Bolsas estadounidenses, cuyos índices también cedieron posiciones aunque en menor medida que los europeos.
Quitando el escándalo Volkswagen y las declaraciones de Clinton, el resto de factores, incluida la "no actuación" de la Fed, tienen un mismo origen: la ralentización del crecimiento mundial y la amenaza de deflación global. Analizando la postura de la Fed, señalar que el hecho de no haber iniciado su proceso de subidas de tipos en la pasada reunión de su Comité de Mercado Abierto (FOMC) utilizando como excusa la debilidad económica de los países emergentes y la inestabilidad de los mercados, además de la baja inflación, pero habiendo dejada abierta la puerta a subir tipos antes de finales de año (varios miembros de la Fed presentes en la reunión del FOMC han seguido apoyando esta posibilidad en recientes declaraciones) ha generado gran confusión entre los inversores. Si la situación de las economías emergentes es una amenaza para la de EEUU, esta amenaza no va a desaparecer de aquí a finales de año (el mercado de dinero estadounidense descuenta que no habrá subida de tipos oficiales este año), y si la amenaza no es tal, ¿por qué no se han subido los tipos en 25 puntos básicos? La conclusión que sacan muchos agentes del mercado, y así lo están demostrando con su huida hacia activos de menor riesgo como los bonos, es que la Fed ve riesgos importantes para la economía de EEUU pero no ha querido "asustar" a los mercados financieros. De ser esta la intención del banco central estadounidense, entendemos que ha fracasado y que lo que ha logrado con su "comunicación" ha sido todo lo contrario: que los inversores entre en "pánico", deshagan posiciones en renta variable y vuelvan a apostar por los bonos.
A partir de ahora, y con la mayoría de los inversores apostando por un escenario macro de ralentización del crecimiento económico mundial y en el que la amenaza de deflación vuelve a ser una realidad, serán los datos macro que se vayan publicando en las próximas semanas los que confirmen o desmientan esta hipótesis y, por lo tanto, determinen la tendencia que adoptan las bolsas a corto/medio plazo. Hoy, para empezar, se ha publicado en China la lectura preliminar de septiembre del índice adelantado de actividad del sector de las manufacturas, que ha vuelto a defraudar a los inversores, al situarse a su nivel más bajo en seis años y medio, profundizando de esta forma la contracción de la actividad en estos sectores. Esta mañana se darán a conocer los mismos índices en la Zona Euro (también se publicarán los de los sectores de servicios, más relevantes en las economías desarrolladas que los de las manufacturas), y por la tarde en EEUU. Si estos indicadores muestran que la situación en las economías desarrolladas se está deteriorando es factible que la corrección en las Bolsas vaya a más. Por el contrario, si los índices no muestra deterioro alguno o éste es mínimo, es factible que los mercados se tranquilicen e, incluso, que intenten recuperar algo del terreno perdido en los últimos días. Para empezar, esperamos que las bolsas europeas abran nuevamente a la baja, siguiendo así la estela dejada por Wall Street ayer y esta madrugada por las bolsas asiáticas, que han caído con fuerza arrastradas por el mal dato del PMI chino.
Link Securities.