El verano incita a probar platos ligeros, fríos y de fácil digestión, pero también a conocer la tradición de la localidad que se visita a través de otros más contundentes. La Mancha, y en concreto la localidad de Tomelloso, hacen su particular apuesta turística con otro de los atractivos que la conforman: su gastronomía. La […]
Dirigentes Digital
| 23 jul 2015
El verano incita a probar platos ligeros, fríos y de fácil digestión, pero también a conocer la tradición de la localidad que se visita a través de otros más contundentes. La Mancha, y en concreto la localidad de Tomelloso, hacen su particular apuesta turística con otro de los atractivos que la conforman: su gastronomía. La conocida como "Posada de Vid y Cultura" deja claras sus raíces que tan fielmente Cervantes describió en El Quijote.
Si algo caracteriza a Tomelloso es su tradición culinaria, elaborada, diseñada y cocinada en unos fogones que encierran la verdad de una tierra unida a la vid. Poner en valor su gastronomía es, primero, entenderla para vivirla. Quien visita la localidad conocida como "Posada de Vid y Cultura" debe probar su pisto manchego, la caldereta de cordero, las migas y gachas o los conocidos galianos.
Para el verano cabe resaltar el sabor que tienen los melones de Tomelloso, el color dorado del aceite y el sabor de los embutidos tradicionales fruto de una elaboración con una materia prima de la mejor calidad y que hoy tienen el mejor de los reconocimientos a nivel internacional.
Otro plato excelente para esta época es el Pisto Manchego donde los pimientos verdes y los tomates son los principales protagonistas. Se trata de láminas finas, cortadas minuciosamente y trabajadas con la espumadera hasta que quedan bien fritas. Después será el mortero el encargado de majar los ajos y los cominos para darle ese sabor tan característico.
Las conocidas como Migas de Gañán también son seña de identidad de esta localidad manchega. Es recomendable que esta contundente receta sea elaborada con los sarmientos de la leña. El pan, el ajo y los chorizos se encargan de hacer el resto. Los tomelloseros aconsejan que esta escudilla esté acompañada de unas uvas para que los sabores se mezclen en el paladar.
Dos kilos de cordero manchego se convierten en los protagonistas de otro de los productos que rodean la gastronomía, la Caldereta de Cordero. El pimentón dulce, un vaso de vino blanco seco o la pimienta negra molida son los principales aderezos para acompañar esta sabrosa comida con familia o amigos.
En un cazo encallaremos los sesos con un poco de manteca, aceite, tocino y jamón para que se frían los famosos Duelos y Quebrantos, el conocido plato al que aludió Cervantes en El Quijote. La sugerencia pasar por servir esta receta con unos tostones de pan frito dándole una mayor prestancia.
Una propuesta muy veraniega y propia de estas fechas es la Pipirrana. Conviene destacar que una vez cortados los tomates, el pimiento y la cebolla, se añade el bacalao desalado y los huevos cocidos troceados. Se aliña con generosidad con aceite de oliva quedando listo para tomar con el pan de cruz.
Otra creación culinaria estival es el Batido de Melón que, junto con un litro de leche, azúcar y canela en polvo se bate para servirse en copas con canela rociada por encima.
Tomelloso también es dulce. Merecen especial mención sus hojuelas, flores, rosquillos, tortas de mosto, mostillo y arrope; sin olvidar el tradicional pan de pueblo y sus pastas.
Sin duda, se trata de razones gastronómicas de peso para conocer este municipio del interior de La Mancha que forma parte de la Ruta del Quijote y de la Ruta Enoturística Caminos del Vino.