Envejecimiento de la población y aumento de la esperanza de vida. Dos tendencias imparables que pueden cambiar el panorama de la inversión mundial y también ofrecer grandes oportunidades a los inversores. Los expertos de Fidelity analizan este proceso en un reciente informe, bajo la premisa de que el mundo en 2045 será un lugar muy […]
Dirigentes Digital
| 30 sep 2014
Envejecimiento de la población y aumento de la esperanza de vida. Dos tendencias imparables que pueden cambiar el panorama de la inversión mundial y también ofrecer grandes oportunidades a los inversores. Los expertos de Fidelity analizan este proceso en un reciente informe, bajo la premisa de que el mundo en 2045 será un lugar muy diferente del que conocemos hoy. Entre otros aspectos, los mayores de 60 años serán por primera vez más numerosos que los jóvenes de 15 años o menos.
"La mayor longevidad es una gran noticia para las empresas de atención sanitaria y otros productos y servicios de consumo que gustan a las personas más mayores, pero la tendencia es cada vez más problemática para los planes de pensiones de prestación definida, los proveedores de rentas vitalicias y los gobiernos", explican desde la gestora.
Los datos que manejan son contundentes. Según el FMI, cada año adicional de longevidad media mundial aumenta la factura de las pensiones entre un 3% y un 4% (equivalente a 1 billón de dólares), según el FMI. "Dicho de otro modo, si una persona de 70 años de edad que previsiblemente morirá a los 86 años ve aumentada su longevidad solo un año, hasta los 87, entonces un plan de prestación definida tendría que asumir un incremento del 4% en sus obligaciones de pago".
"Los planes de prestación definida del sector privado de todo el mundo acumulan ya unos pasivos de 23 billones de dólares, que es la cantidad que adeudan a los pensionistas actuales y futuros. De hecho, muchos planes de pensiones tienen enormes déficits de financiación y el problema no es simplemente que las personas viven más, sino el hecho de que su longevidad ha sido sustancialmente subestimada durante algunos años", explican desde la gestora. Donde más gravedad reviste este problema es en Norteamérica, donde más del 90% del riesgo de longevidad corresponde a los planes de prestación definida y se cifra en más de 7 billones de dólares.
En este escenario, los expertos apuestan por un sector que ya es apreciado por sus cualidades defensivas. "De los avances recientes en medicamentos, muchos de ellos han tenido como beneficiarios a la tercera edad. En EE.UU. los mayores de 65 años son los mayores consumidores de medicamentos con receta, y se les extiende una media de 27 recetas a cada uno", explican. Los expertos destacan firmas como CVS Caremark, ya que su división de servicios farmacéuticos presta servicio a más de 2000 planes de seguro médico.
Otras acciones del sector sanitario destacan como beneficiarias gracias a sus posiciones de liderazgo en sus respectivos ámbitos de especialización. Roche tiene la mayor cuota de mercado del mundo en los tratamientos contra el cáncer y está a la cabeza en el desarrollo de diagnósticos. Novartis es la cuarta empresa del mundo por cuota de mercado en medicamentos para enfermedades cardiovasculares y es una de las pocas que produce fármacos para tratar los efectos del Alzheimer. Novo Nordisk es una empresa expuesta a un crecimiento fuerte y sostenido en el mercado de los tratamientos contra la diabetes a través de sus productos de insulina.
El sector reasegurador también gusta, y mucho, a los expertos, gracias a su papel como compradores de riesgo de longevidad y, en este sentido, está dando sus primeros pasos un incipiente mercado de transferencia de riesgos de longevidad. "La multinacional de servicios de telecomunicaciones BT vendió recientemente una cuarta parte del riesgo de longevidad del plan de pensiones del grupo, que se enfrenta a un déficit de 7.000 millones de libras (unos 8.800 millones de euros), a la aseguradora estadounidense Prudential Financial", recuerdan los expertos.
"A la vista del enorme volumen de pasivos por prestaciones definidas, que van a crecer al mismo ritmo que la esperanza de vida, existe un margen muy amplio para que el riesgo de longevidad sea gestionado por entidades externas", sentencian desde Fidelity.