El escenario base de la firma para el próximo ejercicio pasa por un crecimiento global del 2,6% (por debajo del 2,9% estimado anteriormente). Al esperar, un repunte del PIB del 2,5% este 2015, "esto marca una ligera aceleración, pero esencialmente refleja la falta de impulso que estamos viendo en la demanda mundial y el problema […]
Dirigentes Digital
| 02 dic 2015
El escenario base de la firma para el próximo ejercicio pasa por un crecimiento global del 2,6% (por debajo del 2,9% estimado anteriormente). Al esperar, un repunte del PIB del 2,5% este 2015, "esto marca una ligera aceleración, pero esencialmente refleja la falta de impulso que estamos viendo en la demanda mundial y el problema de exceso de capacidad". Para 2017, calculan un incremento hasta el 2,8%, ante la mejora de emergentes y Europa, pero, "en última instancia, continúa la recuperación en raíz cuadrada".
Una recuperación que sigue adelante en Reino Unido, pero se modera (la primera subida de tipos podría llegar en agosto), también en la Zona Euro, aunque sin acelerarse (ante el desvanecimiento de los "vientos a favor"), y que será limitada en Japón. Mientras, las economías emergentes se beneficiarán del modesto repunte en las avanzadas, pero la política monetaria estadounidense más estricta (el precio del dinero repuntará hasta el 1,25% para finales de año) pesará en la actividad, así como la debilidad de materias primas y la desaceleración de China.
Es precisamente el "aterrizaje forzoso" del gigante asiático uno de los tres factores, junto a la "guerra de divisas" y una posible recesión en Estados Unidos, que sesgan a la baja los riesgos hacia a deflación. A los que se suma el peligro de que el aumento de los tipos por parte de la Fed "conduzca a defaults generalizados en los emergentes".
Por el contrario, los riesgos inflacionistas se asientan sobre una aceleración significativa de los salarios norteamericanos o por una reactivación global derivada de las actuaciones políticas.
Así, en los escenarios que se salen de la norma barajados por Schroders han entrado tanto la cuestión de las monedas, pues la devaluación del renminbi podría desencadenar otra serie de depreciaciones; el "cuerpo a cuerpo" en Oriente Medio (por un aumento del precio del petróleo); y el riesgo de quiebras en los activos de las economías en desarrollo.
Finalmente, añade, "aún hay riesgo de un Grexit (salida de Grecia del euro) descontrolado, pero se ha reducido considerablemente como consecuencia del tercer rescate (…) podríamos ver a Atenas volver a los titulares en Año Nuevo, cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) decida si continúa apoyando el programa".