Twitter, Facebook, Youtube o Instagram se han convertido, con el paso de los años, en la máxima expresión de libertad de información. La globalización y la expansión de Internet han ayudado a que la información circule de manera libre por la red y a que cualquiera que disponga de un teléfono móvil pueda contar algo […]
Dirigentes Digital
| 30 sep 2014
Twitter, Facebook, Youtube o Instagram se han convertido, con el paso de los años, en la máxima expresión de libertad de información. La globalización y la expansión de Internet han ayudado a que la información circule de manera libre por la red y a que cualquiera que disponga de un teléfono móvil pueda contar algo al resto del mundo.
En 2011, un grupo de personas salió a las calles de Egipto para protestar contra su presidente, Hosni Mubarak y el duro régimen que había impuesto en el país. En ese momento, casi ningún periodista se encontraba allí. Sin embargo, al día siguiente todos los medios de comunicación internacionales hablaron de esta revuelta popular, que terminó convirtiéndose en todo un resurgir árabe.
Los medios pudieron dar la noticia porque personas egipcias anónimas comenzaron a hacer fotos, grabar vídeos y a escribir y contar lo que estaba pasando en su país a través de Twitter o Facebook.
Sin embargo, las redes sociales también han provocado el resurgir de la censura. Este instrumento de represión, que a nosotros nos pilla lejano, y solo identificamos como herramienta de la antigua dictadura, ha resurgido como el ave fénix, sobre todo en países con régimen de dudosa democracia.
En Egipto, solo se tardó unos meses en prohibir Twitter. En India se censuró la misma plataforma y otras 300 páginas webs durante los enfrentamientos que surgieron en 2012. Mohamed Ahmadineyad, presidente de Irán, también fue uno de los primeros en prohibir la red social del ‘pájaro azul’. Esto es solo un ejemplo de las decenas de países que han decidido restringir el uso de este portal web. Una restricción a la que recientemente se ha sumado el presidente turco, Tayyip Erdogan.
En cuanto a Facebook, son 8 los países que prohíben su utilización: Siria, Malasia, China, Pakistán, Irán, Uzbekistán, Bangladesh y Vietnam. En la mayoría de estos lugares, se controla tanto las redes sociales como el uso de Internet en general y el comportamiento de toda su población.
Youtube también ha sido declarado `non grato’ en muchos lugares del mundo permanentemente, o durante un tiempo determinado: Brasil, Turquía, Libia, Tailandia, Urkmenistán, China, Corea del Norte, Irán, Pakistán y el más sorprendente, Alemania, donde solo pueden verse vídeos de aficionados, para proteger derechos musicales, visuales, etc.
Un caso aparte es el de Corea del Norte. Aquí no solo se prohíben las redes sociales, si no que está prohibido Internet en general, y la gente tampoco tiene medios para acceder a la red 2.0.
China, último caso
Este fin de semana, miles de estudiantes han salido a las calles de Hong Kong para demandar a las autoridades una democracia real en el territorio. Estas revueltas, que actúan bajo la sombra de Occupy Central, pretender acabar con una nueva medida aprobada por el Partido Comunista Chino que pone limitaciones para poder acceder a una candidatura de cara a las elecciones de 2017 en la antigua colonia.
Así, las miles de personas que se oponen a la nueva norma han advertido de que ocuparán el centro financiero de Hong Kong hasta que las limitaciones sean derogadas, por lo que las protestas se han convertido en un importante reto para las autoridades del régimen chino.
Mientras tanto, en lugar de buscar soluciones al conflicto, las autoridades han aplicado la máxima: "Lo que no se dice, no existe" y han pasado a la acción restringiendo el uso de Instagram a los manifestantes, y borrando comentarios, fotos y opiniones que se han escrito desde Hong Kong con el hasta #OccupyCentral. La censura, también se ha ejercido contra otras redes sociales del país.
Sin embargo, este régimen y los demás señalados, aún no han aprendido que Internet siempre va un paso por delante, y los usuarios también. El ingenio de algunos es inagotable, llegándose a crear nuevas redes sociales que funcionan sin pasar por Internet, vía bluetooth o creando nuevos hastags como #Umbrellacentral, en el caso de China, para pasar por delante de la censura de su Gobierno, sin ser descubiertos.