Reino Unido va a lo suyo. Como casi siempre. Su economía es una de las que más crece del mundo occidental: lo hará en torno al 3% al terminar 2014 según diversos organismos y observatorios. Ello pese a la incertidumbre existencial alimentada por dos cuestiones capitales: el futuro de Escocia con un referéndum sobre la […]
Dirigentes Digital
| 26 ago 2014
Reino Unido va a lo suyo. Como casi siempre. Su economía es una de las que más crece del mundo occidental: lo hará en torno al 3% al terminar 2014 según diversos organismos y observatorios. Ello pese a la incertidumbre existencial alimentada por dos cuestiones capitales: el futuro de Escocia con un referéndum sobre la independencia previsto para el próximo 18 de septiembre y la cuestionada pertenencia a la Unión Europea. Pese al estado renqueante de gran parte de la eurozona. También pese a la victoria de los euroescépticos del Ukip en las pasadas elecciones al Europarlamento con un programa basado en la exigencia al Gobierno de una salida de la UE. Un futuro, empero, salpicado de incertidumbres institucionales que no empece que la maquinaria británica, impulsada por el consumo privado, la recuperación de la construcción y las manufacturas, así como por la fortaleza del sector financiero, funcione ya a pleno rendimiento. La política de reducción de gastos, bajada de impuestos y persecución del fraude fiscal auspiciada por el Gobierno conservador y liberal recoge sus frutos. La recuperación ofrece sólidas razones para apostar por la unión entre las naciones que conforman Gran Bretaña e Irlanda del Norte y con el resto de Europa.
La mayoría de los indicadores macroeconómicos confirman la recuperación de la economía británica; las previsiones han sido revisadas al alza. La inversión empresarial aumentó un 2,7% en el primer trimestre de 2014 respecto al último de 2013. La producción en servicios se incrementó un 0,9% y el gasto de los hogares creció un 0,8% también en el mismo período. La actividad en el sector de la construcción creció un 1,5% en el primer cuarto del año, más de lo previsto. Las ventas minoristas crecieron un 6,9% el pasado abril respecto al mismo mes un año antes según la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS): es el mayor incremento en diez años.
La inflación se situó en el 1,8% en abril, lo que supone la primera subida en diez meses. El Banco de Inglaterra espera, sin embargo, que no supere el límite del 2% en los dos próximos años. El PIB superará su máximo histórico alcanzado en 2008 en próximos meses y crecerá un 2,4% de media entre 2015 y 2017, según estimaciones recientes del National Institute of Economic and Social Research (NIESR).
Standard & Poor’s calificaba las perspectivas crediticias de "estables" y le devolvía la calificación AAA el pasado junio. "La revisión de las previsiones de crecimiento refleja nuestra opinión sobre la robusta y amplia recuperación de la economía de Reino Unido y de los grandes progresos que el Gobierno está haciendo a la hora de consolidar las finanzas públicas", aseguraban desde la agencia de calificación. "La economía británica muestra más fortaleza de lo previsto y ello se debe a la creciente confianza empresarial y de los consumidores, a mejores condiciones crediticias y a la mejora de las condiciones de la economía global", asegura Katia Hall, vicedirectora general de la Confederación de la Industria Británica (CIB). "Lo más estimulante es que este crecimiento tiene una base cada vez más amplia, con incrementos sólidos en la inversión empresarial desde el año pasado. Invita al optimismo para el resto del año", remata. "Ha tardado mucho tiempo podrá ahora mantenerse un crecimiento decente durante un período prolongado", aseguraba recientemente Howard Archer, economista de IHS Global Insight. Según NIESR, gracias a un "robusto" crecimiento, el PIB aumentó un 0,9% de enero a marzo de este año y la recu-peración económica se encuentra "aún en sus primeras fases".
La tasa de paro sigue cayendo: ya se encuentra en el 6,6%. Según ciertas estimaciones bajará hasta el 6% a partir de 2015. Los salarios reales crecerán este año, aunque de manera exigua: actualmente se encuentran aún un 6% por debajo de sus niveles de 2009.
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