La medida ha sido bautizada como Tasa Google. El nombre lleva toda una declaración de intenciones para atajar el desvío de beneficios de compañías de Internet que están radicadas en países como Irlanda, Holanda o Luxemburgo mientras generan ganancias en el resto de Europa. El ministro de Tesoro, George Osborne, ha anunciado que compañías como Apple, Amazon y Facebook pagarán el 25% sobre los beneficios que generan en el Reino Unido.
Con el nuevo gravamen, que entrará en vigor a partir de abril de 2015, el Gobierno británico 1.700 millones de euros en los primero cinco años de aplicación. La duda que se plantea es si el nuevo impuesto tendrá éxito frente al sofisticado estructura fiscal de estas compañías y la dificultad de determinar los beneficios generados en un solo país. Osborne ha incidido que no se tendrá en cuenta los ingresos generados, sino el beneficio.
Mientras la Unión Europea sigue enfangada en largas investigaciones a este tipo de compañías para poder sancionarlas por atentar contra la libre competencia. La Comisión amenaza con duras sanciones a Google, Amazon, Fiat o Apple y a los países que le acogen. Pero Bruselas no logra convencer a Irlanda, Luxemburgo o Holanda a subir el Impuesto de Sociedades. Algunos de estos países los acusa de ser la puerta a los paraísos fiscales. A todo ello, se suma el escándalo de los acuerdos bilaterales entre Luxemburgo y compañías internacionales, con pactos secretos por debajo de los tipos oficiales del país.
Además, el ministro ha anunciado nuevos límites a las deducciones fiscales que se aplican los bancos británicos por pérdidas sufridas durante la crisis financiera. Con esta medida, el Gobierno prevé recaudar 4.000 millones de libras más en los próximos cinco años.
El ministro ha anunciado también la revisión al alza de sus previsiones de crecimiento para Reino Unido, que cerrará este año con una expansión del 3% en vez del 2,7% estimado en marzo. Osborne ha destacado que la tasa de paro en el país bajará al 5,3% el próximo ejercicio.