Este otoño, entre octubre y noviembre, el Fondo Monetario Internacional (FMI) probablemente lleve a cabo el mayor cambio en su activo de reserva internacional, los derechos especiales de giro (Special Drawing Rights o SDR), desde su creación en 1969, con la inclusión de la divisa china. En su última revisión (realizada en 2015), el organismo […]
Dirigentes Digital
| 18 may 2015
Este otoño, entre octubre y noviembre, el Fondo Monetario Internacional (FMI) probablemente lleve a cabo el mayor cambio en su activo de reserva internacional, los derechos especiales de giro (Special Drawing Rights o SDR), desde su creación en 1969, con la inclusión de la divisa china.
En su última revisión (realizada en 2015), el organismo capitaneado por Christine Lagarde decidió no ampliar las monedas que componen esta "cesta". Reconoció que China era ya el tercer mayor exportador de bienes y servicios, si bien, consideró que la suya no era una divisa de uso libre. Con todo, matizó que su adición se mantendría bajo revisión.
Desde entonces, el renminbi se ha convertido en la quinta moneda de pago más utilizada según datos de SWIFT, dos puestos por encima de la séptima posición que conseguía solo un año antes. Y, de acuerdo con la encuesta trienal del Banco Internacional de Pagos publicada en 2013, la divisa china se convirtió en la novena más negociada (pasando de 34.000 millones en 2010 a 120.000 millones en 2013).
Dos son las principales "pruebas" que debe pasar el renminbi para entrar en los SDR: ser importante para el comercio mundial (algo que es ya un hecho incontestable) y demostrar que su uso es libre. La divisa "tendrá que luchar para superar este test, pero dicha pelea será un catalizador para mayores reformas en el mercado financiero este año, lo que beneficiará claramente a los inversores", afirman desde ETF Securities.
Recientemente el gobernador del Banco Popular de China anunció que el país alcanzará la plena convertibilidad en los mercados de capitales este año para asegurarse la inclusión del renminbi en la "cesta" SDR. Por otra parte, la apertura del enlace entre las Bolsas de Hong Kong y Shenzhen y la relajación de los controles sobre las carteras transfronterizas de los inversores individuales claramente se dirigen también a este objetivo.
"Los esfuerzos hercúleos para sanear las deudas de los gobiernos locales e introducir mayor transparencia en los mercados financieros demuestran asimismo la voluntad de las autoridades chinas de lograr que su divisa entre en el podio los SDR, actualmente reservado para dólar, euro, yen y libra esterlina", añaden estos expertos.
En su opinión, la "liberalización en marcha mantendrá el buen comportamiento de la renta variable de esta región a largo plazo". Ahora bien, reconocen que habrá un aumento de la volatilidad, pues los cambios estructurales impulsarán al alza al mercado, pero los decepcionantes datos económicos que traerá la "transición de modelo" provocarán correcciones.
"Este tira y afloja entre factores estructurales y coyunturales dividirá a los analistas y la volatilidad seguirá siendo alta. Los inversores que se sientan atraídos por el buen comportamiento reciente del mercado chino deberán tener un alto grado de tolerancia al riesgo para capear los movimientos bruscos que se , concluye la firma.