La idea de una renta básica universal por el mero hecho de ser ciudadano no es nueva. Pero Finlandia sí que podría ser el primer país europeo en lanzarse a implantarla. La Seguridad Social finesa ya está desarrollando una prueba piloto por la que todos los ciudadanos cobren 550 euros cada mes además de las […]
Dirigentes Digital
| 03 nov 2015
La idea de una renta básica universal por el mero hecho de ser ciudadano no es nueva. Pero Finlandia sí que podría ser el primer país europeo en lanzarse a implantarla. La Seguridad Social finesa ya está desarrollando una prueba piloto por la que todos los ciudadanos cobren 550 euros cada mes además de las prestaciones que estuvieran recibiendo. Si finalmente se implanta la renta básica universal, una de las medidas que traía el partido del Gobierno (de centro-derecha), todos los ciudadanos de Finlandia recibirán 800 euros al mes desde noviembre de 2016.
De momento no se conoce el coste de esta gigantesca medida, pero los fineses ya le han dado su apoyo mayoritario. Cuatro de cada cinco habitantes del país está de acuerdo con la medida como método para combatir la desigualdad y estimular la actividad económica.
Finlandia es un país en el que solo viven 5,4 millones de personas con un PIB per cápita de casi 50.000 dólares según datos del Banco Mundial. En España vivían a 1 de enero de 2015 46,4 millones de personas según datos del INE, y el PIB per cápita supera por poco los 30.000 dólares por ciudadano. Pese a que el PIB de Finlandia es inferior al español, su población es 8 veces menos, por lo que sus habitantes son más ricos; más dinero para aportar al pago de la renta básica y menos ciudadanos que necesitan de ella.
Además, Finlandia se enfrenta a una cifra récord de paro, 10%. España, por el contrario, mantiene un desempleo del 21,28% según los últimos datos de la EPA. Esto significa menos contribuyentes cotizando para contribuir a las arcas públicas y pagar, así, la renta básica.
Pablo Iglesias ya reculó y eliminó esta medida de su programa electoral (y que sí apareció en su programa para las elecciones del Parlamento Europeo). Pero lo que antes propuso como "renta básica universal", ahora el líder de Podemos la denomina "renta garantizada", y supondría una entrega de 600 euros mensuales a todos los hogares sin ingresos.
Además, y pese a que Pablo Iglesias afirmó categóricamente hace unas semanas que su objetivo era subir el salario mínimo exclusivamente (que también espera aumentar hasta los 800 euros progresivamente) y no complementar las rentas de los trabajadores (como propone Ciudadanos), también ha anunciado que propondrá una "renta complementaria" a los "trabajadores pobres" para que su salario suba a los 900 euros mensuales.
Según Iglesias, esta medida costaría 15.000 millones de euros, una cantidad que espera conseguir "gracias al plan de desarrollo que pagarán con los ingresos de la reforma fiscal, la lucha contra el fraude y la relajación en el pago del déficit".
Los experimentos de la renta básica
Finlandia podría convertirse en el país precursor de la renta básica universal, pero otros lugares del mundo también han tenido esa idea. Por ejemplo, el Partido Verde de Reino Unido llevaba esta medida en su último programa electoral.
Algunas zonas no solo la han propuesto, sino que han experimentado con su implantación. Es el caso de la ciudad holandesa de Utrecht, que comenzó en septiembre a pagar un salario básico a sus ciudadanos de entre 900 y 1.300 euros al mes. Se trata de un experimento del que disfrutarán 250 personas divididas en varios grupos con distintas condiciones, para estudiar cómo motiva esta medida a las personas a "no preocuparse por ganarse la vida" o a encontrar un empleo.
Experimentos de este tipo ya se han realizado antes, incluso hace varias décadas. Aunque varían en diversos aspectos, la intención es siempre la misma: comprobar cómo repercute en los ciudadanos eliminar la preocupación por adquirir los bienes básicos. Entre 1974 y 1979, la comunidad agrícola de Dauphin, en Canadá, también fue sometida a un experimento parecido. El proyecto Mincome proporcionó a sus habitantes una renta, y años después la socióloga Evelyn Forget examinó los resultados. La violencia doméstica, los accidentes de tráfico se redujeron, y la renta no influyó en que los ciudadanos buscasen un empleo; de hecho, eran más libres para escoger el trabajo que realmente quisieran.
Un poco distinta es la situación actual que se vive en Alaska. A finales de los años sesenta se descubrieron grandes reservas de petróleo, y en 1976 se creó un fondo con el 25% de los ingresos por explotación que pertenecería a todos los ciudadanos de Alaska. En 2008, se repartieron 2.069 dólares por persona.