No new is good news. Es el principal argumento de Robeco para describir la situación actual del mercado. Lukas Daalder, director de inversión de Robeco Investment Solutions, considera que las causas de esta baja volatilidad son claras: "el petróleo lleva cuatro meses fluctuando entre los 42 y los 50 dólares, y no tiene la misma […]
Dirigentes Digital
| 15 sep 2016
No new is good news. Es el principal argumento de Robeco para describir la situación actual del mercado. Lukas Daalder, director de inversión de Robeco Investment Solutions, considera que las causas de esta baja volatilidad son claras: "el petróleo lleva cuatro meses fluctuando entre los 42 y los 50 dólares, y no tiene la misma capacidad de incidencia que a principios de año sobre los mercados. Al mismo tiempo, los bancos centrales adoptan un compás de espera, escudriñando los datos para valorar si pueden subir los tipos o si es necesario introducir mayores estímulos", explica el experto.
Para Daalder, esta baja volatilidad no debe preocupar a los inversores, a no ser que se extienda en el tiempo, generando lo que sería una "falsa sensación de seguridad que incita a los inversores a asumir más riesgos".
Aún así, y pensando a corto plazo, los datos de la firma apuntan a que periodos cortos de volatilidad baja sirven para impulsar al alza las cotizaciones. En el caso del S&P 500, remontándose a 1930, los datos muestran 24 períodos de volatilidad baja que han durado dos meses, y en ellos, los valores han subido una media del 4,6%.
Pero cuidado. Los expertos recomiendan a los inversores prepararse para lo que viene, porque este periodo de calma podría estar a punto de acabar. "Los mercados de renta variable se enfrentan ahora a dos meses (septiembre y octubre) tradicionalmente complicados, más aún ahora que cuestiones como la saga del Brexit o la inminencia de las elecciones presidenciales en Estados Unidos probablemente hagan resurgir la volatilidad en todo su esplendor", advierte Daalder.
"En conjunto, seguimos infraponderados en renta variable, pues observamos numerosos riesgos que en su mayoría están pasando desapercibidos para los mercados de valores, debido a la tendencia natural al alza en los períodos de baja volatilidad", explica. Entre las posibles bombas de relojería, el experto señala las elevadas cotizaciones de las acciones estadounidenses, la presión sobre los beneficios empresariales, la incertidumbre sobre las perspectivas de China, el elevado endeudamiento y las elecciones presidenciales de noviembre en EEUU.
La última encuesta de gestores de fondos de Bank of America Merrill Lynch también demuestra la prudencia que los inversores empiezan a mostrar, con un 54% de los encuestados (máximo histórico), considerando que tanto acciones como bonos están sobrevalorados.
Sin duda alguna, la gran noticia de las últimas semanas ha sido la recuperación, en algunos indicadores, de niveles previos al Brexit. "El mercado empieza a relativizar los riesgos binarios, tras unos años en los que se ha tendido a magnificar cualquier posible desenlace apocalíptico", explica José Ramón Iturriaga, gestor de Abante, en su última carta mensual.
A su juicio, los eventos que para muchas entidades como Robeco podrían suponer un obstáculo para continuar la racha alcista en los mercados, pueden suponer una oportunidad. Precisamente porque los inversores conocerán su desenlace. "De cara al cierre de año, hay algunos hitos que deberían redundar en la mejora de la percepción del riesgo. Una vez pase el referéndum italiano, probablemente se proceda al rescate de su sistema financiero en el que, con mucha seguridad, imperará el pragmatismo. Pronto se celebrarán las elecciones americanas y, salvo sorpresa, Hillary perpetuará saga. Por último, la Reserva Federal continuará con el plan de subida de tipos, circunstancia que hay que leer en clave de normalización de la política monetaria y que señala el camino al resto de bancos centrales", apunta Iturriaga.
Según indica, los inversores empiezan a fijarse más en los fundamentales, también en el mercado europeo. En el caso español, este efecto debería ser si cabe mayor aún a su juicio. "Primero, porque los riesgos exógenos con los que hemos lidiado en los últimos tiempos han sido más y de mayor calado que aquellos a los que se han enfrentado el resto de países de nuestro entorno", asegura. Y, en segundo lugar, porque los fundamentales, tanto macro como micro, son mejores. "El desajuste en valoración que existe hoy en parte de la bolsa española no tiene justificación más allá de esa sobredimensión de los riesgos a los que nos hemos enfrentado en estos años", indica el experto.