Para estos expertos, Mario Draghi cruzó el pasado 10 de marzo "su propio Rubicón" al abrir la puerta a los tipos de crédito negativo. Y, es más, "nada lleva a pensar que necesariamente se detendrá aquí, de manera que podría continuar adentrándose en territorio negativo si hiciera falta". En este contexto, explican que cuando los […]
Dirigentes Digital
| 18 mar 2016
Para estos expertos, Mario Draghi cruzó el pasado 10 de marzo "su propio Rubicón" al abrir la puerta a los tipos de crédito negativo. Y, es más, "nada lleva a pensar que necesariamente se detendrá aquí, de manera que podría continuar adentrándose en territorio negativo si hiciera falta".
En este contexto, explican que cuando los "bancos ingresan más cuantos más recursos obtienen del BCE y los entregan en forma de crédito a un coste reducidísimo (…) estabilizan sus resultados al reducirse del coste de los recursos a corto y medio plazo, mientras que refuerzan su solvencia a largo plazo recibiendo ingresos de la propia autoridad monetaria si hacen crecer su cartera crediticia. Y todo ello proporcionando recursos, en principio infinitos, en forma de crédito a la economía a un coste tal vez próximo a cero. Es tan arriesgado como, probablemente, efectivo", afirman apostando porque funcionará.
Ahora bien, hay un inconveniente, y es que desaparecen los incentivos para que los Gobiernos actúen con políticas fiscales, presupuestarias y reformas. "Esta política monetaria no ortodoxa y extrema hará que los precios de los activos suban (casi de cualquier activo de calidad decente y rentabilidad positiva, por baja que ésta sea), pero sienta la preocupación sobre cuál puede ser la estrategia de salida, cuando quiera que ésta deba aplicarse. Por eso seguimos pensando que los tipos ultrarreducidos han venido para quedarse de forma estructural", apuntan.
Concretamente creen que aumenta el atractivo tanto de bonos como de Bolsas europeas. En el primer caso, porque supone la mutualización práctica de la deuda soberana y también, aunque a menor escala, de la corporativa. La renta variable, por su parte, se beneficia del hecho de que unos tipos más bajos suponen valoraciones más altas y, además, "la mejora de las perspectivas y la visibilidad de mercado de los bancos, debido a su peso sobre los índices, hará que el potencial de revalorización de éstos sea más fiable y realizable. Aunque pueda parecer algo simplista, cuando los bancos ‘funcionan’ y ‘tiran’ del mercado, al final todo el mercado lo hace".
Por áreas geográficas, apuestan, en este orden, por Zona Euro, Estados Unidos y Japón. Estas dos últimas intercambian sus puestos respecto a hace un trimestre, "por los diversos potenciales que existen en cada índice, en general, y las dudas, en particular, que tenemos respecto a Japón". Continúan desaconsejando emergentes y mantenerse al margen de Reino Unido y España, "debido al factor político".
Finalmente, concluyen, aunque "el contexto y las perspectivas mejoran, nuestras valoraciones de las Bolsas son inferiores que en diciembre porque en estos tres meses ha tenido lugar una seria revisión a la baja de los beneficios empresariales esperados que no es compensada por los menores tipos de interés". Así, su rango objetivo para fin de año en el Ibex pasa por los 10.274-10.486 puntos (vs. 11.536/11.917 anterior), lo que supone un potencial de revalorización de entre el 12% y el 15%; mientras que para Euro Stoxx 50 es 3.772-3.607 (+22%/+17%); S&P500, 2.608-1.945 (+29%/-4%); y Nikkei, 18.475/19.693 (+7%/+14%).
Recordemos que Ignacio Méndez, director de análisis de Mirabaud Securities España, estima una valoración para el índice español "de entre 8.900 y 9.500 puntos, lo que le otorga un potencial al índice de hasta un 8% adicional. Seguimos pensando que hay razones para intentar seguir jugando el rebote del Ibex, pero es cierto que el potencial se va reduciendo". Su apuesta es por los sectores más castigados, esto es, valores financieros y relacionados con Latinoamérica. Y añade que "debería hacerlo mejor que Europa" tras la mejora de los indicadores de mercado en esta región.
También Renta 4 coincidía al volver a tomar posiciones la industria bancaria tras el ‘bazuca’ de Draghi. Así, dan entrada en su ‘Cartera de 5 grandes’ a Banco Santander, por Enagás ("uno de nuestros valores más defensivos), que se une a Gamesa, IAG, Repsol y Telefónica. Los niveles técnicos que vigilan para el Ibex son 7.500-8.200 y 9.600-10.500.