Es cierto que esta empresa pionera en el segmento es aún un jugador de menor tamaño en la industria de gestión de activos global. Pero su crecimiento ha sido exponencial desde su lanzamiento en 2008, en plena crisis financiera. Un crecimiento que se ha acelerado sobre todo en los últimos tiempos. Hace solo 28 meses, […]
Dirigentes Digital
| 15 jul 2016
Es cierto que esta empresa pionera en el segmento es aún un jugador de menor tamaño en la industria de gestión de activos global. Pero su crecimiento ha sido exponencial desde su lanzamiento en 2008, en plena crisis financiera. Un crecimiento que se ha acelerado sobre todo en los últimos tiempos. Hace solo 28 meses, sus activos bajo gestión apenas rondaban los 1.000 millones de dólares.
Y es una tendencia que no solo corresponde a Betterment. Según un reciente informe de la firma AT Kearney, la inversión automatizada gestionada por este tipo de compañías se incrementará desde el 0,5% del total el pasado año hasta el 5,6% en 2020.
Y los inversores lo saben. Por eso, Betterment ha logrado este año levantar 100 millones de dólares en una nueva ronda de financiación, llevando su valoración hasta los 700 millones de dólares.
Desde el sector aseguran que no se trata de una guerra entre robo advisors y gestores tradicionales, explicando que el universo de inversión es muy amplio y que hay sitio para todos. Incluso para colaboraciones, como ya se está observando en recientes movimientos de grandes gestoras que compran o firman acuerdos de colaboración con estas empresas para complementar su oferta habitual. Incluso lanzando su propia oferta de servicios automatizados.
Entre ellos, Vanguard, que en los últimos años ha logrado posicionarse como mayor gestora de fondos gracias a una política low cost basada en su apuesta por los ETFs (fondos cotizados), más baratos por lo general que los fondos d egestión activa en términos de comisiones.
Otras entidades como Merrill Lynch y Wells Fargo, del sector bancario, también se están preparando para sumar plataformas de robo advisor este mismo año. Invesco compró recientemente la firma de asesoramiento automatizado Jemstep. E incluso compañías fuera del sector de servicios financieros están considerando introducirse en este negocio. Entre ellas, Snapchat.
Según informaba Reuters a principios de año, la red social está desarrollando una oferta en este sentido para sus clientes. ¿El motivo? Ampliar su línea de negocio en un mercado en el que cuenta con más de 100 millones de usuarios diarios. El mix de redes sociales y servicios financieros no es una novedad.
Según el último Ranking Anual Competidores del Sector Financiero 2016, elaborado por el IEB, esa proximidad al usuario, las enormes bases de datos y perfiles y la reducción de comisiones pueden suponer un aliciente para que estos sectores se adentren en la industria financiera.