Empezando por esta temporada, nadie puede negar que el jugador del Real Madrid se postula como uno de los favoritos a llevarse el trofeo de máximo goleador. Cuando apenas ha pasado poco más de media temporada, Ronaldo lleva 62 goles. El portugués va camino de todo, sobre todo de ser máximo goleador de la historia […]
Dirigentes Digital
| 13 ene 2015
Empezando por esta temporada, nadie puede negar que el jugador del Real Madrid se postula como uno de los favoritos a llevarse el trofeo de máximo goleador. Cuando apenas ha pasado poco más de media temporada, Ronaldo lleva 62 goles. El portugués va camino de todo, sobre todo de ser máximo goleador de la historia del Real Madrid. Ya lleva 225 goles y tiene al alcance al cuarto clasificado en este apartado, que es Ferenc Puskas, con 242. Los siguientes objetivos serían Carlos Santillana, con 290 tantos; Alfredo Di Stéfano, con 308 y el líder en este apartado: Raúl González Blanco, con 323 goles.
Esto en lo que acontece a sus cifras futbolísticas. En cuanto a su ‘bolsillo’, las cifras son aún más elevadas si cabe.
A día de hoy, Cristiano Ronaldo es el futbolista mejor pagado del equipo blanco, gana 35,3 millones de euros brutos, de los cuales se lleva 17 netos. A nivel global, el único futbolista que tiene un contrato más elevado que Cristiano es Leo Messi. Sin embargo, adelanta al argentino en la lista de jugadores más ricos del mundo. En esta clasificación, Ronaldo está en primer lugar, con un patrimonio estimado de 148 millones de euros.
Pero Cristiano Ronaldo no solo triunfa dentro de los terrenos de juego, sino también fuera de ellos. De hecho, el portugués es uno de los jugadores más buscados por reconocidas marcas a nivel mundial para patrocinar sus anuncios y recibe millonarias cifras por la publicidad. Daily Mail publicó un informe de las ganancias que ‘CR7’ obtiene por este concepto: se estima que el crack del Real Madrid gana 33,5 millones de euros al año (42 millones de dólares) solo en publicidad.
Y es que el internacional portugués vende de todo. El luso es la imagen de un champú, productos nutricionales, bebidas, comida rápida, videojuegos, teléfonos, ropa, relojes, zapatillas, coches y hasta se atrevió a promocionar el banco portugués Espirito Santo. En este caso, su valor como marca no sirvió para evitar el desplome de la entidad.