La sentencia del Juzgado de lo Mercantil número 11 de Madrid ha dictaminado que José María Ruiz Mateos y su hijo tienen que hacer frente a una multa de casi 100 millones de euros como responsables los pagarés que emitió Nueva Rumasa. En cambio, el mismo auto declara inocentes a Ángel de Cabo e Iván […]
Dirigentes Digital
| 12 feb 2015
La sentencia del Juzgado de lo Mercantil número 11 de Madrid ha dictaminado que José María Ruiz Mateos y su hijo tienen que hacer frente a una multa de casi 100 millones de euros como responsables los pagarés que emitió Nueva Rumasa.
En cambio, el mismo auto declara inocentes a Ángel de Cabo e Iván Losada ya que la despatrimonialización de la empresa se produjo después de su llegada.
El entramado que escapó de la CNMV
Nueva Rumasa nació con la intención de reemplazar al holding Rumasa erigido por la familia de Ruiz Mateos en 1961 y expropiado por el Gobierno en 1983 cuando contaba con 700 empresas. En este caso, el entramado estaba compuesto por más de cien empresas entre las que se encontraban el Grupo Dhul.
Además, el conglomerado (que también contaba con una división de bodegas y bebidas entre las que se encontraban vino, ron, ponche o jerez), tenía una cadena de 18 hoteles.
Mediante Nueva Rumasa, el clan de los Ruiz Mateo captó financiación a través de pequeños invasores mediante pagarés que, con un importe mínimo de 1.200 euros, se comprometían a devolver con una rentabilidad anual del 8%.
De hecho, el regulador indicó en un comunicado que "las emisiones de pagarés de Nueva Rumasa no han sido inscritas en el Registro Mercantil, lo que supone, sin perjuicio de otras posibles consecuencias, que no han sido objeto de revisión y calificación por un Registrador Mercantil".
Finalmente, el entramado empresarial dejó una deuda de 700 millones de euros a 23 instituciones bancarias, acreedores y organismos públicos.