La economía rusa está tremendamente frágil. Ha pasado de crecer a un ritmo del 4,9% anual en el primer trimestre de 2012 al 0,8% en el último de 2013, y mi previsión es de que entre en recesión este año", asegura para DIRIGENTES Vladislav Inozemtsev, profesor de Economía de la Universidad Estatal de Moscú y […]
Dirigentes Digital
| 26 ago 2014
La economía rusa está tremendamente frágil. Ha pasado de crecer a un ritmo del 4,9% anual en el primer trimestre de 2012 al 0,8% en el último de 2013, y mi previsión es de que entre en recesión este año", asegura para DIRIGENTES Vladislav Inozemtsev, profesor de Economía de la Universidad Estatal de Moscú y director del Centro de Estudios Post Industriales. "Y lo peor es que esto ha pasado en un escenario en el que los precios del petróleo [Rusia es el mayor exportador de energía] altos, constantemente por encima de los 100 dólares por barril".
El primero de los riesgos es la inflación. Ya es una idea común y bien conocida que Moscú es una de las ciudades más caras del mundo. Pero es que en el resto del país también se están disparando los precios. En abril, la inflación superó el 7%. Un problema casi inconcebible en estos momentos de amenaza de deflación en la Europa occidental y una inflación muy suave en Estados Unidos y Japón.
Los precios en Rusia siguen cabalgando y empobreciendo a la mayoría de la población. El coste de la vivienda y de los recibos mensuales es la principal preocupación de los rusos, según una encuesta del Centro Ruso de Estudios de Opinión Pública (All- Russia Center for the Study of Public Opinion).
El pasado 25 de abril el banco central ruso subió por sorpresa el tipo de interés del 7% al 7,5%, un mecanismo de los bancos centrales para reducir la disponibilidad de dinero y por tanto frenar los precios. El cambio ha cogido a todos los analistas por sorpresa. Es la segunda vez en lo que va de año que el Banco actúa en este sentido. La primera, tan solo mes y medio antes, lo subió desde el 5,5% hasta el 7%. "El aumento de los tipos de interés por parte del banco central responde a una anticipación a la ola de noticias negativas que prevén en el futuro", opinó entonces Natalia Orlova, economista jefe del banco moscovita Alfa Bank, en Reuters.
El movimiento llegó justo un día después de que la agencia crediticia con base en Estados Unidos Standard & Poor’s rebajara la calificación de los bonos del país por primera vez en seis años, situándolo a un paso del bono basura. La agencia, además, prevé nuevas revisiones a la baja si continúa la tensión internacional en Ucrania. "La rebaja refleja el riesgo que percibimos de que continúe la gran fuga de capitales observada en el primer trimestre del 2014, durante la cual el tamaño del déficit por cuenta corriente financiero de Rusia casi duplicó el superávit por cuenta corriente", ha asegurado la agencia en un comunicado.
Moscú está en el punto de mira de la élite política internacional por la anexión de Crimea y su pulso con Kiev por el este de Ucrania. Ha habido sanciones limitadas y de poco impacto en la economía. Pero los capitales llevan fugándose de Rusia durante los últimos seis años. Crimea sólo ha acelerado un proceso que ya estaba ocurriendo. "La señal es clara: la burocracia que gobierna Rusia está dañando la economía y muchos hombres de negocios están vendiendo sus negocios y saliendo del país", afirma Inozemtsev.
La salida de capitales ha superado los 50.000 millones de dólares sólo en el primer trimestre de este año. En todo 2013 se fugaron 63.000 millones.