Después de la caída del 3,7% de la economía rusa en 2015, el primer ministro, Dmitri Medvédev, prepara un plan de acción para 2016 que, además de medidas anticrisis, contienen un paquete de propuestas para el desarrollo estable de la economía a medio plazo. El objetivo de las propuestas es mejorar el clima de negocios […]
Dirigentes Digital
| 02 feb 2016
Después de la caída del 3,7% de la economía rusa en 2015, el primer ministro, Dmitri Medvédev, prepara un plan de acción para 2016 que, además de medidas anticrisis, contienen un paquete de propuestas para el desarrollo estable de la economía a medio plazo.
El objetivo de las propuestas es mejorar el clima de negocios y facilitar el flujo de inversiones aunque el Gobierno reconoceré que su prioridad sigue siendo cumplir las obligaciones sociales y mantener una situación aceptable en el mercado laboral. Entre las medidas que se barajan está la de aumentar la edad de jubilación.
La economía rusa vivirá otro año negro aunque menos que 2015 cuando el PIB se contrajo un 3,7% Según la agencia de calificación Fitch en 2016 caerá un 1% frente a una previsión anterior de una caída del 0,5%. Empeora la proyección debido a la caída de precios del petróleo, en concreto, porque el presupuesto ruso contempla un "lejano" precio de 50 dólares el barril.
Y eso que Rusia está moviendo los hilos que puedo para pactar una reducción en la producción de crudo que estabilice los precios. "En la situación actual, me parece que tenemos un interés común en continuar nuestro trabajo en este comienzo y estamos abiertos a una mayor cooperación si existe un deseo de todos de realizar realmente esta reunión de la que hablaron nuestros amigos venezolanos" dijo el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, durante una visita a Abu Dabi según recoge Reuters.
Para Fitch, no es suficiente que Rusia haya adoptado medidas de recorte del 10% en el gasto público que permitirá mantener el déficit por debajo del 3%. Otra medida que intentará contener el impacto de la caída de ingresos por la exportación de petróleo y gas es la flexibilidad de los tipos de interés. Sin embargo, es un tema delicado puesto que la inflación se sitúa en el 12,9% y seguirá siendo un problema que podría obligar al Banco Central a elevar el precio del dinero.
Aunque, señala el comunicado de Fitch, "la flexibilidad del tipo de cambio del rublo amortiza la caída de los precios del petróleo al aumentar los ingresos y mejorar la balanza de pagos, en parte debido a la reducción de las importaciones".
La privatización de activos estatales también puede aliviar la recesión en la que se encuentra sumida la economía rusa, pero no es una panacea. Fitch considera que "las elecciones presidenciales de 2018 atarán, en alguna medida, las manos al Gobierno a la hora de introducir más recortes presupuestarios, en alusión a que eso podría disparar el descontento social".