Muchos argumentan que esta ‘nueva ruta de la seda’ es otro globo sonda lanzado por China. Algunos expertos piensan que, con esta iniciativa, China solamente pretende dar salida a su excedente doméstico de materias primas. Sin embargo, los chinos aspiran a importar bienes valorados en ocho billones de dólares hasta 2022. Esperan invertir, fuera de […]
Dirigentes Digital
| 16 may 2017
Muchos argumentan que esta ‘nueva ruta de la seda’ es otro globo sonda lanzado por China. Algunos expertos piensan que, con esta iniciativa, China solamente pretende dar salida a su excedente doméstico de materias primas. Sin embargo, los chinos aspiran a importar bienes valorados en ocho billones de dólares hasta 2022. Esperan invertir, fuera de sus fronteras, setecientos cincuenta mil millones. Y preveen emitir, además, otros setecientos millones de turistas al resto del mundo. Ahora bien, hasta este momento, el Asian Infrastructure Investment Bank tan solo ha ejecutado nueve proyectos por apenas mil setecientos millones de dólares. Y la financiación del fondo especial destinado a esta iniciativa, por otra parte, apenas supera los cuatro mil millones de dólares. ‘Es una cifra modesta’, señala Feng Wenjian, del think tank gubernamental Academia China de las Ciencias Sociales, a FUNDS&MARKETS. ‘Pequeña, sobre todo, si consideramos que las necesidades en infraestructuras para toda la región asiática rondan el billón de dólares’, concluye este experto. En cualquier caso, los intercambios comerciales atribuidos a esta iniciativa suman tres billones de dólares dentro del periodo 2014-16. Y las inversiones directas chinas en todas estas naciones supera los cincuenta mil millones de dólares. Son cifras contradictorias que justifican la incertidumbre del indicador principal de las empresas directamente relacionadas con este ambicioso plan. El índice YIDAI YILU, o RUTA DE LA SEDA, sigue sin levantar cabeza desde hace dos meses. ‘Tampoco es justo achacar los descensos del indicador a una supuesta ausencia de resultados visibles’, nos explica Wang Yifa, del Fondo JIUTAI. ‘Su correlación con el Shanghai Composite Index es clara, por lo que las correciones recientes en bolsa han afectado también a estos subíndices’, destaca este analista. El Shanghai Composite Index, en color morado, también acumula casi dos meses de descensos. En este caso, es razonable pensar que el indicador denominado ‘Ruta de la Seda’ sigue la tendencia del Shanghai Composite Index. Y no al revés. Ahora bien, total o parcialmente, los mercados parecen estar reflejando el estado de una economía con muchas promesas por cumplir. Los efectos palpables de esta ambiciosa estrategia comercial deben materializarse en hechos. Xian Tourism (SZ000610), si bien marca lo que supuso la burbuja general del verano de 2015, parece mantenerse ajena a las buenas expectativas comerciales alentadas desde el gobierno chino. Xian Tourism pertenece al índice YIDAI YILU, o RUTA DE LA SEDA. Dentro del indicador especial tratado en estas lineas, por supuesto, es posible encontrar situaciones diversas. A escala microeconómica se han aprobado diferentes planes, bajo el concepto ‘ruta de la seda’, desde las provincias. Henan es una de las nuevas zonas económicas especiales creadas en China. En 500 kilómetros a la redonda de Zhengzhou, su capital, los habitantes chinos suman 420 millones. Las transacciones comerciales realizadas desde este enclave central del gigante asiático ascendieron hasta los cincuenta mil millones de dólares solamente durante 2016. Y, desde este centro comercial, se distribuyen unos treinta mil bienes internacionales por todo el país. Su fiscalidad, al ser zona especial, es favorable en comparación con otros lugares. Y pretende alzarse como un punto de referencia para el desarrollo del comercio electrónico internacional. Su impacto sobre el consumo, o las exportaciones procedentes de otros países, bien puede acabar siendo notable; pero es demasiado pronto para realizar una valoración.