El paso de los años afecta de manera notable a la elasticidad de la piel. Ya no vuelve a su estado normal tan rápido como antes si se pellizca y notas una sensación de tirantez debido a que la producción natural de colágeno disminuye. ¿Qué se puede hacer para mejorar la elasticidad de la piel? Crear una […]
Dirigentes Digital
| 26 feb 2018
El paso de los años afecta de manera notable a la elasticidad de la piel. Ya no vuelve a su estado normal tan rápido como antes si se pellizca y notas una sensación de tirantez debido a que la producción natural de colágeno disminuye. ¿Qué se puede hacer para mejorar la elasticidad de la piel? Crear una rutina de ejercicios diarios es fundamental. no hace falta que salgas de casa o te apuntes al gimnasio. Sólo necesitas una esterilla y una banda elástica y tener constancia en la realización de los ejercicios. Apostar por ejercicios para ejercitar los bíceps, hacer sentadillas con la banda elástica o elevar la cadera; busca la rutina que más se adapte a tus necesidades. A parte de realizar ejercicio, es importante cuidar los hábitos alimenticios y las rutinas de belleza. Empezando por la dieta los expertos recomiendan eliminar harinas y azúcares refinados, evitar el consumo de grasas animales como la leche, los quesos añejos y las carnes rojas y tratar de aumentar el consumo de vegetales y alimentos como el chocolate negro, rico en antioxidantes. La exfoliación es también un buen hábito para recuperar la elasticidad de la piel. Busca productos específicos o decántate por mezclas naturales que tengan entre sus ingredientes azúcar para estimular la regeneración de las células muertas. Busca unos minutos al día para relajarte, el estrés es perjudicial para la piel ya que disminuye la función de los fibroblastos que son las células productoras de colágeno y elastina. Si tienes tiempo date un baño de burbujas, con aceites de aroma terapia. Un plan perfecto para relajar cuerpo y mente. Por supuesto, deja malos hábitos como el tabaco o el alcohol, provocan un envejecimiento prematuro de la piel. El alcohol deshidrata el cuerpo e inflama la piel, dándole un aspecto apagado con los poros dilatados, manchas y flacidez en la piel. Cuida tu hiel, hidratándola desde el interior bebiendo muchos líquidos, la falta de humedad desgasta los tejidos y provoca arrugas y flacidez. Evita tomar el sol, masajea la piel y cuidado con el uso excesivo de jabones para el higiene diario.