Según los plazos legales, si en los dos meses que empiezan a contar a partir de la primera votación de investidura el 31 de agosto ningún candidato es elegido, el calendario de disolución de las Cortes y convocatoria de nuevas elecciones llevarían los eventuales comicios, los terceros en un año, al día de Navidad. "Un […]
Dirigentes Digital
| 19 ago 2016
Según los plazos legales, si en los dos meses que empiezan a contar a partir de la primera votación de investidura el 31 de agosto ningún candidato es elegido, el calendario de disolución de las Cortes y convocatoria de nuevas elecciones llevarían los eventuales comicios, los terceros en un año, al día de Navidad.
"Un estadista lo que tiene que hacer es contemplar todas las opciones y si el señor Rajoy ha elegido el 30 y el 31 de agosto, con las consecuencias que puede tener eso de que el 25 de diciembre los españoles vayan a votar, demuestra la poca talla política del señor Rajoy como presidente y como político", dijo Sánchez a periodistas desde Ibiza.
"Es curioso que después de 8 meses (con el gobierno en funciones) la fecha elegida sea ésta", señaló, celebrando en cualquier caso que Rajoy hubiera "salido del bloqueo" al fijar finalmente un día para la investidura.
Los conservadores confían en que la presión y el fantasma de unas terceras elecciones en un año y precisamente en Navidad acaben quebrando la voluntad de los socialistas y lleven aunque sea en el último momento a una abstención que permita la reelección de Rajoy.
Sánchez reiteró, sin embargo que los socialistas no se moverían de su posición de votar en contra de esa candidatura y añadió que también lo harían en cualquier presupuesto presentado por el Partido Popular, aventurando una difícil gobernabilidad de un eventual Ejecutivo de Rajoy.
"Ya le advierto que el PSOE no solo votará en contra de la investidura sino que también, por coherencia (…) votaremos en contra, en caso de que sea investido presidente, de sus presupuestos generales del Estado que seguro que traerán más recortes", dijo.
La llamada de Rajoy
En una demostración de la gran distancia que separa al PSOE y al PP, el líder socialista negó además que no hubiera querido hablar por teléfono con Rajoy, y dijo que esa supuesta llamada no había existido. "Anda quejoso de que no le cojo el teléfono. Si me llama, atenderé su llamada, estaré dispuesto a reunirme con él las veces que haga falta", aseguró.
La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, insistió sin embargo poco después en la tesis de que el líder del PSOE no se había querido poner al teléfono cuando se intentó contactar con él para pactar el día de investidura.
"Al PSOE se le dio la oportunidad de opinar antes de fijarla (la fecha de investidura) pero no fue posible hablar con el señor Sánchez (…) No quiso ponerse al teléfono", afirmó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Sáenz de Santamaría dijo que la lógica de la fecha respondía a la necesidad de aprobar con tiempo el techo de gasto y los presupuestos de 2017, pese al polémico tuit que escribió el jueves el dirigente del PP catalán Xavier García Albiol sugiriendo que se eligió la fecha a propósito para sumar presión a Sánchez.