En 2030, seis de las diez grandes economías se corresponderán a la de los actuales países emergentes. Por cuestiones demográficas y de productividad, países como China e India ya están dando los primeros pasos para sustituir a Estados Unidos como primera potencial mundial. Esto nos hace pensar que comprar deuda soberana de países emergentes puede ser […]
Dirigentes Digital
| 22 jun 2017
En 2030, seis de las diez grandes economías se corresponderán a la de los actuales países emergentes. Por cuestiones demográficas y de productividad, países como China e India ya están dando los primeros pasos para sustituir a Estados Unidos como primera potencial mundial. Esto nos hace pensar que comprar deuda soberana de países emergentes puede ser una buena oportunidad de inversión teniendo en cuenta estos factores. Los datos demuestran que la deuda soberana de países emergente puede llegar a ser más rentable que la deuda de países desarrollados debido a su componente de riesgo y de inestabilidad. El aumento de la tolerancia al riesgo es el precio a pagar por el rendimiento superior. De media, la deuda soberana de países de la Unión Económica y Monetaria (UEM) ofrece una rentabilidad superior al 4%; mientras que la de países emergentes supera el 7%. Según datos de Morning Star, el año pasado los fondos de deuda emergente captaron unos flujos netos positivos de cerca de 18.000 millones de euros. Pero ¿se puede comprar deuda de países emergentes de forma sostenible y ética? La respuesta es: “Si”. Según los estudios realizados por Degroof Petercam AM, basados en índices del Fondo Monetario Internacional (FMI); Banco Mundial y organizaciones no gubernamentales como UNICEF, consideran que se puede comprar deuda soberana de países emergentes y frontera de forma ética y sostenible. La forma, según Carl Vermassen, co-gestor del fondo DPAM L Bonds Emerging Markets Sustainable, es a través de dos filtros. En primer lugar, “excluimos los países que no son libres, que no son democráticos y que no respetan los derechos humanos y las libertades civiles según las listas que elaboran desde Freedom House y The Economist”. En segundo lugar, “realizamos un filtro “in house” para los países de la OCDE y para países emergentes” añade. En total, desde Degroof Petercam AM tienen en cuenta 84 variables sobre índices de corrupción, libertades de prensa, mortalidad infantil, ranking de camas por cada mil habitante, acceso al agua, etc. Según Carl Vermassen, desde su fondo realizan una selección teniendo en cuenta cinco criterios: transparencia y democracia, medioambiente, factores económicos, educativos y salud de la población. Países como Hong Kong, Oman, Kazajistán, Rusia, Arabia Saudí, China, Egipto, Ruanda, Qatar quedan excluidos, según estos criterios, de la lista de países de los que se podría comprar deuda soberana de forma sostenible y ética. Por contra los países mejor posicionados, como los países del este de Europa como República Checa, o países de América Latina como Uruguay y Costa Rica. De esta forma, el fondo DPAM L Bonds Emerging Markets Sustainable invierte mínimo un 40% del portfolio en los países con mejores posiciones en el ranking, mientras que en los países frontera destinan como máximo un 10% con el objetivo de ofrecer oportunidades a su mercado de capitales. Fondo DPAML Bonds Emerging Markets Sustainable El fondo DPAM L Bonds Emerging Markets Sustainable ha sido con el premio Thomson Reuters Lipper Fund Award Europe 2017 y está galardonado con cinco estrellas según Morning Star. La rentabilidad media anual que ofrece este fondo es de entre un 7 y 8%. En el año 2016, la rentabilidad fue de un 16%; mientras que en este 2017 acumula una rentabilidad del 5%. Para conseguir diversifación el fondo invierte en moneda local que está más desarrollada y crece ocho veces más que la moneda extranjera .