1. ¿Qué son los ETFs? Son fondos de inversión cuya principal característica es que se negocian en mercados secundarios de valores. A diferencia de las participaciones de los fondos tradicionales, que se suscriben o reembolsan a su valor liquidativo (que se calcula tras el cierre de cada sesión), las participaciones en ETF se compran y […]
Dirigentes Digital
| 21 jul 2016
1. ¿Qué son los ETFs?
Son fondos de inversión cuya principal característica es que se negocian en mercados secundarios de valores. A diferencia de las participaciones de los fondos tradicionales, que se suscriben o reembolsan a su valor liquidativo (que se calcula tras el cierre de cada sesión), las participaciones en ETF se compran y venden en un mercado secundario, como las acciones o los bonos.
2. ¿Dónde surgieron?
El origen de los ETF se encuentra en la iniciativa que, a principios de los años 90, tuvo la Bolsa de Toronto al lanzar unos productos cotizados que replicaban índices bursátiles. Se pretendía satisfacer la demanda de los inversores que querían acceder a cestas de acciones de manera sencilla y directa, sin tener que recurrir a los fondos de inversión tradicionales o a los mercados de derivados. A Europa llegaron en el año 2000 de la mano de las Bolsas de Fráncfort y Londres.
En España los primeros fondos cotizados ven la luz en 2006, al amparo del nuevo Reglamento de Instituciones de Inversión Colectiva y fueron tres ETF referenciados al índice IBEX 35. Posteriormente se inició una segunda etapa en el desarrollo de los ETF cuando se produjeron nuevas incorporaciones que completaban la oferta de subyacentes disponibles.
3. Principales características
Accesibilidad (por sus menores costes que los fondos tradicionales), diversificación, liquidez y transparencia son sus principales características, además de la posibilidad de ofrecer dividendos, especialmente los referenciados a índices de renta variable.
4. Clases de ETFs
– ETF que siguen la evolución del mercado: replican el comportamiento de un índice de referencia.
– ETF inversos: replican la evolución es la contraria a la tendencia del mercado, de modo que su rentabilidad será positiva cuando el índice pierda valor y negativa cuando el índice incremente su cotización.
– ETF apalancados: replican el índice bursátil en una determinada proporción o apalancamiento, de forma que las ganancias o pérdidas del índice se incrementan según el grado de apalancamiento. En un ETF apalancado x 2, las ganancias y las pérdidas del índice subyacente se duplican con el ETF. Son, por tanto, ETF con los que se asume un mayor riesgo.
5. Riesgos
La forma más habitual para comparar cómo lo hace un ETF respecto a su índice de referencia es el Tracking Error. Cuanto mayor sea, indicará que menos fielmente sigue el ETF al índice.
El nivel de liquidez que tengan los activos a los que se toma exposición a través del ETF determinará también el mayor o menor riesgo de liquidez del propio ETF.
Algunos fondos, por su política de inversión, pueden mantener en cartera valores o contratos que incorporen un riesgo de crédito o contraparte: es la posibilidad de que el emisor o la contraparte no pueda hacer frente a sus pagos o de que se produzca un retraso en los mismos. El riesgo de contrapartida de los fondos cotizados afecta a aquellos ETF que utilizan derivados OTC, como los contratos de permutas financieras o swaps, para replicar de manera sintética la rentabilidad de los activos de referencia.
Los ETF que replican un índice denominado en una divisa diferente al euro también incorporan un riesgo derivado de las fluctuaciones de los tipos de cambio.
6. Comisiones
Es un fondo de inversión pero se negocia como una acción, por lo que tendrá gastos adicionales derivados de la operativa bursátil. No cuentan con comisiones de suscripción y reembolso, pero sí se les aplica la comisión de gestión y de depósito, que suelen ser menores que las de los fondos tradicionales.
El hecho de realizar las inversiones en ETF a través de un intermediario o entidad financiera generará unos gastos de intermediación. Además, la operativa bursátil está gravada con el canon de contratación y el canon de liquidación, que son independientes de la entidad con la que se opere, y dependen del valor efectivo de la operación.
Por tratarse de valores cotizados, el inversor deberá tener abierta una cuenta de valores en el intermediario, que implicará unos gastos de administración o custodia que se devengarán por la po¬sición en valores y por la entrada de nuevos títulos.
7. Fiscalidad
Aunque los ETF son fondos de inversión, en tanto en cuanto estén admitidos a negociación en la Bolsa española, su tratamiento fiscal se aproxima al de las acciones, por lo que las ganancias patrimoniales no están sujetas a retención y se calculan como la diferencia entre el valor de trasmisión o venta, menos el valor de adquisición.
Cada vez que se transmitan participaciones de un fondo de inversión cotizado se ha de tributar por la ganancia o pérdida patrimonial producida, aunque el importe de la transmisión se reinvierta en otro u otros fondos de inversión, cotizados o no.