Como saben, el sistema de pensiones público está financiado por parte de las cotizaciones sociales de los trabajadores en activo. Como consecuencia del mayor número de pensionistas y el mayor importe de la pensión media cobrada, el gasto público aumenta en una proporción mayor a los ingresos, lo que ha provocado que la Seguridad Social […]
Dirigentes Digital
| 16 oct 2015
Como saben, el sistema de pensiones público está financiado por parte de las cotizaciones sociales de los trabajadores en activo. Como consecuencia del mayor número de pensionistas y el mayor importe de la pensión media cobrada, el gasto público aumenta en una proporción mayor a los ingresos, lo que ha provocado que la Seguridad Social haya tenido que recurrir en varias ocasiones, al Fondo de Reserva,para pagar las pensiones.
De hecho, para buscar el equilibrio financiero del sistema de pensiones público, las reformas que hemos vivido van encaminadas a la reducción de las prestaciones en un futuro. Sirva como ejemplo, la inclusión del Índice de Revalorización de las Pensiones, que supone, no subir las prestaciones por encima de un 0,25% anual, mientras el sistema se encuentre en déficit. O bien el llamado Factor de Sostenibilidad, que aunque está previsto aplicar en los próximos años, pretende adecuar el importe mensual a percibir, al aumento de la esperanza de vida.
Parece inevitable, que bajo estas perspectivas de reducción de las prestaciones de las pensiones públicas, se tenga la necesidad de complementarlas a través de fórmulas de ahorro privado a largo plazo.
En Tressis, creemos, que los planes de pensiones son un vehículo de ahorro eficiente en el largo plazo. Gozan de una gran flexibilidad a la hora de elegir la alternativa más apropiada, adaptándose a cualquier horizonte temporal y perfil inversor, permitiendo a su vez, efectuar traspasos entre planes de pensiones para poder ajustarse a la situación del mercado o del inversor.
Además, cuenta con importantes desgravaciones fiscales en el momento de realizar las aportaciones, lo que supone en la práctica, reducir el tipo impositivoal que cualquier ahorrador puede estar sometido. Un ahorro fiscal, que si bien está limitado por las aportaciones máximas de 8.000 euros anuales, puede generar importantes reducciones tributarias.
Sonsoles Santamaría Vicent es directora general de negocio de Tressis.