Es un hecho. Aunque queda un largo camino que recorrer ante una sobreoferta exagerada, el mercado de la vivienda empieza a repuntar. Los precios y las ventas suben y, aunque se limiten a determinadas zonas de calidad, la oportunidad vuelve a estar ahí para unos inversores que buscan más allá de depósitos y deuda. Comprar […]
Dirigentes Digital
| 16 sep 2014
Es un hecho. Aunque queda un largo camino que recorrer ante una sobreoferta exagerada, el mercado de la vivienda empieza a repuntar. Los precios y las ventas suben y, aunque se limiten a determinadas zonas de calidad, la oportunidad vuelve a estar ahí para unos inversores que buscan más allá de depósitos y deuda.
Comprar directamente un inmueble (siempre dependiendo de la localización) o invertir a través de fondos inmobiliarios puede ser una opción. Pero también se puede apostar por las Socimis (sociedades de inversión inmobiliaria). Eso sí. Los expertos dejan claro que en este segmento ni todas son iguales ni todas valen para cumplir con los objetivos de rentabilidad del inversor.
Estos vehículos presentan ventajas como su negociación en un mercado regulado, además de estar obligadas a distribuir como dividendos el 80% de los beneficios que no se reinviertan. También están exentas del pago del Impuesto de Sociedades. Pero el objetivo de las captaciones de capital con las salidas a Bolsa recientes es invertirlo posteriormente. Es decir, cuando una de estas empresas debuta en el mercado, el inversor desconoce qué activos concretos formarán parte de su cartera o van a ser adquiridos próximamente.
Actualmente, cotizan en Bolsa siete Socimis. Hispania (1,50), Merlin (-2,50%), Lar (-6,40) y Axia Real Estate (-6%) lo hacen en el Mercado Continuo y Entrecampos (25,79%), Promorent (-18%) y Mercal Inmuebles (1,38%) en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB). De todas ellas,
Los más activos
Sin duda alguna, Hispania y LAR son las más activas en cuanto a poner en marcha el dinero captado en sus respectivos debuts bursátiles. Los últimos movimientos se han producido precisamente esta semana. Hispania ha adquirido el Hotel Meliá Jardines del Teide de categoría 4 estrellas y 300 habitaciones situado en Costa Adeje, en el sur de Tenerife. La operación ha ascendido a 36,7 millones de euros.
Esta transacción se suma a la compra de 2 edificios de vivienda en alquiler en Majadahonda y SS de los Reyes, por 29,9 millones de euros, un edificio de oficinas ubicado en Barcelona, por 18,11 millones de euros. Y hasta entonces, y según los registros de la entidad en la CNMV, la entidad había efectuado cuatro inversiones que sumaban un total de 132 millones de euros que suponían un 24,8% de los fondos netos disponibles para inversión obtenidos en la OPS.
Según consta en la CNMV, Lar también ha invertido 213 millones de euros de los 400 que obtuvo con su salto al parqué, y espera que la cifra suba a 300 antes de que finalice el año. Merlin Properties ha resultado la más activa en cuanto a inversiones, superando los 1.000 millones de euros. Eso sí. Hay que recordar que, de esa cifra, unos 740 corresponden a una sola operación: la compra de Tree Investment.
Aún así, su cotización en Bolsa refleja el recelo que desencadena entre los inversores, con una caída del 2,5%. Más amplia es la registrada por Lar, superior al 6% desde su debut.
Hay que diferenciar
Los expertos advierten: "Poner en el mismo cesto a todas las Socimis no es una buena idea", explicaban los analistas de Deutsche Bank en su última presentación de perspectivas. Lo importante es que el inversor no se base solo en comportamiento de otras para apostar por las nuevas que lleguen al parqué. "Al final no pienso que se pueda crear una burbuja, pero hay que ser muy cautos a la hora de elegir en cuál invertir". El mejor consejo es estudiar de cerca la Socimi en cuestión, quiénes son sus socios, sus objetivos y en qué tipos de activos van a invertir.
Para quien prefiera evitar el mercado de renta variable, también puede optar por comprar un inmueble directamente. La única condición es que sean activos de calidad y en buenas ubicaciones, contemplando un horizonte temporal no inferior a 5 años. Y, por supuesto, que tenga crédito para hacerlo.