Según datos de Inverco, los fondos de inversión domésticos lograron atraer 1,3 millones de partícipes en 2014, lo que supone un aumento del 27% en el año, cerrando en los seis millones y medio de partícipes. Si se amplía el espectro a los dos últimos años, más de dos millones de partícipes se han sumado […]
Dirigentes Digital
| 26 feb 2015
Según datos de Inverco, los fondos de inversión domésticos lograron atraer 1,3 millones de partícipes en 2014, lo que supone un aumento del 27% en el año, cerrando en los seis millones y medio de partícipes. Si se amplía el espectro a los dos últimos años, más de dos millones de partícipes se han sumado a la tendencia de canalizar sus inversiones a través de estos productos. Inversores que ahora gozarán de las ventajas de mantenerlos en cartera antes de hacer la próxima Declaración de la Renta. Y los próximos años.
Una de las grandes ‘virtudes fiscales’ de los fondos reside en el hecho de poder traspasar de un fondo a otro sin necesidad de tributar. De hecho, la vía de los traspasos para reasignar carteras fue el pasado año un factor clave en el aumento del patrimonio total administrado por los productos nacionales. El volumen estimado por Inverco en 2014 es de 48.503 millones de euros, lo que supone cerca de un 38% de los 127.400 millones de euros que se registraron en suscripciones totales. "Esto implica que más de la tercera parte de las suscripciones de fondos de inversión en este período, provenían de un traspaso de otro fondo", recalcan los expertos.
Los expertos insisten en que "los partícipes siguen haciendo un uso muy importante del mecanismo de traspasos, reasignando sus inversiones en función de sus propias circunstancias personales y de las perspectivas de los mercados, sin tener que anticipar la tributación".
Esta es una vía de librarse de las garras de Hacienda, a menos que el inversor decida reembolsar su inversión. Solo en este caso, esta tributará. Tal y como explican en su blog los expertos de Abante, "cuando retiramos nuestro dinero del fondo, a la ganancia que obtenemos se le aplica una retención del 21%. Y si lo que sucede es que hemos sufrido una pérdida, esta minusvalía se puede compensar en nuestra declaración de la renta con otras ganancias patrimoniales en la base del ahorro y con un porcentaje de los rendimientos de capital mobiliario, en el ejercicio en que se produzca y los cuatro siguientes".
Antes de la reforma fiscal, Hacienda distinguía si la ganancia patrimonial se había obtenido en un periodo de un año o superior. Pero la nueva norma elimina esta distinción temporal, y todas las ganancias a partir del 1 de enero se integran en la base del ahorro, lo que beneficia al inversor. Con la nueva fiscalidad, de 0 a 6.000 euros tributará al 20% y en el 2016 al 19%. Hasta 24.000 euros lo hará al 22% este año y al 21% en 2016. De 24.000 euros a 50.000 euros, tributará al 22% en 2015 y al 21% el año siguiente. Y para las ganancias patrimoniales superiores a esa cifra, el porcentaje asciende al 24% y al 23% los dos próximos años.
Los inversores deben tener en cuenta que sí hay un factor que puede incrementar la factura con Hacienda. Y es que la reforma también pone fin al régimen transitorio de coeficientes de abatimiento, un porcentaje exento que se aplica en las plusvalías por la venta de activos, como un fondo de inversión, comprado antes de 1994. Al suprimirlos, el importe sobre el que se tributa será mayor.