Parece que no hay mayor amenaza para la reputación de un país o de una compañía que si una agencia de calificación crediticia te rebaja el rating. Esa nota o rating, que tantos quebraderos de cabeza ha provocado desde que comenzó la crisis, es la que preocupa ahora al sector asegurador. Standard & Poor’s ha […]
Dirigentes Digital
| 28 oct 2015
Parece que no hay mayor amenaza para la reputación de un país o de una compañía que si una agencia de calificación crediticia te rebaja el rating. Esa nota o rating, que tantos quebraderos de cabeza ha provocado desde que comenzó la crisis, es la que preocupa ahora al sector asegurador.
Standard & Poor’s ha dejado claro que, si no buscan un ‘plan B’ para el actual escenario de bajos tipos de interés, la compañía europeas verán cómo su nota baja. Lo que hasta ahora era sólo una ‘amenaza’ se convertirá en una realidad. Y es que, la agencia se suma a diferentes protagonistas del sector en considerar que el prolongado escenario de tipos de interés a la baja es una de las principales amenazas. Esto "podría ocasionar acciones de calificación negativa en los próximos años", añaden.
"El potencial de ganancias de las aseguradoras y la adecuación del capital más expuesto al riesgo de los tipos de interés continuará en declive", asegura S&P, por lo tanto, las compañías deben prepararse para abordar esta situación. En el caso de Pelayo, el presidente del Grupo, José Boada, aseguraba en una entrevista a DIRIGENTES que, para el próximo plan trienal que ya están elaborando, se están teniendo en cuenta temas que han ido cambiado en los últimos años por la propia crisis financiera como la bajada de los tipos de interés. "Estamos analizando en qué medida se va ver reflejado en este plan trienal esos tipos de interés", aseguraba Boada.
Desde la patronal aseguradora también se ha pronunciado sobre este hecho. La presidenta de Unespa, Pilar González de Frutos, ha señalado que este escenario de tipos de interés plantea tres retos para el sector asegurador. Desde el punto de vista de la rentabilidad, González señalaba que los aseguradores en general se verán involucrados "en la medida en que la función de gestores del dinero de los clientes implica en tenerles que invertir y conseguir la mejor rentabilidad financiera que ayude a mantener el equilibrio técnico de la cuenta".
Además, Unespa destaca que, en los seguros de vida, se tendrá que ver "cómo puede afectar a los productos que desde este momento vamos a vender; ahí es indudable que en esta situación con bajos tipos y un modelo de negocio basado en el medio y largo plazo las dificultades para vender productos garantizados a largo plazo son evidentes".
El tercer reto al que tiene que enfrentarse el sector afecta al negocio que las aseguradoras ya tienen. Y es que el sector está gestionando 160.000 millones de euros en ahorro de los clientes. Ahí "la curva de tipo de interés presiona hacia el futuro, pero no en relación con la garantía de estos productos o con la situación del seguro español", según apuntaba González de Frutos.
Otro organismo preocupado por esta cuestión es el encargado de la supervisión de las pensiones y seguros en Europa (Eipopa), que lleva tiempo advirtiendo sobre los riesgos que puede conllevar para el sector si los bajos tipos de interés y la debilidad económica se prolongan en el tiempo.
De hecho, en su Informe sobre Estabilidad Financiera de junio de 2013, Eiopa destacaba que "el sector de seguros y pensiones ocupacionales está expuestos a los riesgos de los reveses de los mercados financieros, el impacto de los bajos tipos de interés y los débiles datos económicos fundamentales".