Las esculturas e instalaciones de Vasconcelos revelan un sorprendente sentido de la escala y dominio del color. En ellas utiliza elementos corrientes de la vida diaria hasta convertirlos en gigantescos objetos de culto, y recurre tanto a la performance como al vídeo y la fotografía. Partiendo de estas ingeniosas transformaciones, reminiscencias de los ready-made u […]
Dirigentes Digital
| 05 dic 2015
Las esculturas e instalaciones de Vasconcelos revelan un sorprendente sentido de la escala y dominio del color. En ellas utiliza elementos corrientes de la vida diaria hasta convertirlos en gigantescos objetos de culto, y recurre tanto a la performance como al vídeo y la fotografía.
Partiendo de estas ingeniosas transformaciones, reminiscencias de los ready-made u objetos encontrados y del lenguaje del nouveau realisme y el pop, la artista ofrece una visión cómplice, pero simultáneamente crítica, de la sociedad contemporánea.
Se interesa especialmente por la situación de la mujer, las distinciones de clase o las identidades nacionales, teniendo en cuenta en la materialización de estas ideas las dicotomías entre lo artesanal y lo industrial, lo privado y lo público, la tradición y la modernidad o la cultura popular y la cultura erudita.
Joana Vasconcelos vive y trabaja en Lisboa y expone regularmente desde mediados de la década de 1990. El reconocimiento internacional de su trabajo se incrementó con la participación en la Biennale di Venezia de 2005.
Momentos relevantes en su carrera reciente incluyen el proyecto Trafaria Praia, Pabellón de Portugal en la Biennale di Venezia de 2013; la individual en el Chateau de Versailles, Francia (2012); la participación en la colectiva The World Belongs to You, en el Palazzo Grassi François Pinaud Foundation, Venecia, y su primera retrospectiva presentada en el Museo Coleção Berardo, en Lisboa.