Según ha confirmado la propia compañía, ha dejado de operar y está en búsqueda de un comprador. Take Eat Easy elevó su presupuesto en 16 millones de dólares el año pasado pero necesita más para poder competir con los grandes presupuestos de marketing de empresas como Uber y Deliveroo que se han elevado a 12.500 […]
Dirigentes Digital
| 27 jul 2016
Según ha confirmado la propia compañía, ha dejado de operar y está en búsqueda de un comprador. Take Eat Easy elevó su presupuesto en 16 millones de dólares el año pasado pero necesita más para poder competir con los grandes presupuestos de marketing de empresas como Uber y Deliveroo que se han elevado a 12.500 millones de dólares y 200 millones respectivamente.
La app, que emplea a 160 personas (incluyendo 20 en Londres), alcanzó un hito significativo la semana pasada al lograr un millón de entregas en los cuatro mercados en los que opera (Francia, Bélgica, España y Reino Unido). Sin embargo, este récord no ha conseguido que la empresa deje de reportar pérdidas, explica Business Insider.
"No hemos sido capaces de reunir capital adicional para alimentar la compañía hasta el punto de equilibrio", escribió Tome Coma, CEO y cofundador de la aplicación en una entrada en su blog. "Empezamos a trabajar en nuestra Serie C en octubre de 2015. Sabíamos que teníamos que prepararnos, teniendo en cuenta que nuestro propio inversor [Rocket Internet] ha adquirido e invertido agresivamente en uno de nuestros competidores directos, ahora Foodora, y Deliveroo había planteado una masiva ronda de financiación".
El cofundador Adrien Roose dijo que después de ser rechazados por 114 fondos de capital riesgo finalmente consiguió 30 millones de euros en una nueva ronda de financiación por parte de un grupo logístico francés estatal en marzo. Sin embargo, estos fondos fueron retirados recientemente. "Por desgracia, después de tres meses de comprobación intensiva, rechazaron el acuerdo y terminaron retirando su oferta", afirma Roose. "Estábamos negociando con ellos un acuerdo en exclusividad, no teníamos un plan B".
"Durante los últimas ocho semanas, hemos tratado desesperadamente de encontrar soluciones para mantener el negocio vivo. Hemos trabajado en la búsqueda de financiación y una posible oferta de adquisición en paralelo, por desgracia, ninguna de estas posibilidades se ha materializado", concluye Roose.