Telefónica continúa buscando alternativas para reducir su elevado endeudamiento tras el fracaso de la venta de la operadora británica O2 a Hutchison por el veto impuesto por el regulador de Competencia de la Unión Europea. Según ha explicado la compañía en el comunicado remitido a la CNMV, "esta operación se enmarca dentro de las medidas […]
Dirigentes Digital
| 11 jul 2016
Telefónica continúa buscando alternativas para reducir su elevado endeudamiento tras el fracaso de la venta de la operadora británica O2 a Hutchison por el veto impuesto por el regulador de Competencia de la Unión Europea. Según ha explicado la compañía en el comunicado remitido a la CNMV, "esta operación se enmarca dentro de las medidas de gestión de la cartera de activos, y en el objetivo del desapalancamiento a medio plazo de la Compañía".
La venta supone el traspaso de 361,8 millones de acciones a 7,80 dólares hongkoneses por acción. El precio final representa un descuento del 2,3% respecto al precio con el que cerró el viernes, según ha informado IFR, un servicio de noticias y análisis de Reuters.
El grupo de telecomunicaciones ha explicado además que mantendrá su compromiso con la alianza estratégica con China Unicom, recientemente reforzada mediante la cooperación en áreas digitales, tales como la joint venture para big data entre ambas compañías. La relación entre ambas ‘telecos’ se extiende además a acuerdos de emprendimiento o mejora de las infraestructuras de telecomunicaciones. De hecho, Wang Ciaochu, presidente y CEO de China Unicom desde el pasado año es miembro del Consejo de Administración de la española, presidida por Álvarez-Pallete, mientras que Cesar Alierta ex presidente de telefónica es consejero de la compañía china.
Telefónica y China Unicom sellaron en 2005 una alianza estratégica para actuar conjuntamente en el sector de las telecomunicaciones, que se concreto inicialmente en una participación minoritaria de la empresa española en el capital de la china, concretamente compró el 5,38% de su capital social. La posición de Telefónica en la compañía llegó a su máximo histórico en 2011, cuando llegó a ser propietaria del 10% de China Unicom. Para entonces, el grupo asiático tenía el 1,37% de la española.