El sector inmobiliario tanto en nuestro país como en Europa encara 2015 con un fuerte crecimiento de actividad y con el reto de alcanzar el equilibrio en medio de una abundancia de capital casi sin precedentes. La disponibilidad de capital junto a la debilidad de entorno económico europeo y las incertidumbres geopolíticas están provocando una […]
Dirigentes Digital
| 24 feb 2015
El sector inmobiliario tanto en nuestro país como en Europa encara 2015 con un fuerte crecimiento de actividad y con el reto de alcanzar el equilibrio en medio de una abundancia de capital casi sin precedentes.
La disponibilidad de capital junto a la debilidad de entorno económico europeo y las incertidumbres geopolíticas están provocando una distancia cada vez mayor entre lo que piden los vendedores y lo que están dispuestos a pagar los compradores por los activos prime, así lo ha demostrado un informe redactado por expertos de PwC.
Lo mismo sucede con las expectativas de rentabilidad y demanda de empleo para 2015: un 52% y un 38%, respectivamente. Por el contrario, los activos core están sobrevalorados prácticamente en todos los mercados europeos.
Esta presión de los precios al alza tiene que ver con la abundancia de liquidez. Una situación que se prolongará durante todo este año. Este exceso de capital se explica por la conjunción de cuatro factores: la sensible mejora que han experimentado en los doce últimos meses los mercados de deuda y que está permitiendo a los bancos retomar su actividad de refinanciación; la aparición de otras fórmulas de financiación alternativa; los flujos de dinero proveniente de Asia y un escenario sostenido de bajos tipos de interés.
En España, hay algunos factores que mejoran nuestra posición competitiva respecto a nuestros vecinos europeos, como son la reestructuración de nuestro sistema financiero y el papel que ha ejercido Sareb en los dos últimos años, entre otros casos.
Cabe destacar, por otro lado, que la oleada de capital entrante en España que se inició en 2013 no muestra ningún signo de retroceso, según ha señalado la entidad inmobiliaria.
Un buen ejemplo del desacoplamiento entre la situación de exuberancia de liquidez que vive el sector inmobiliario europeo y la incertidumbre empresarial se refleja sobre la evolución de algunas de las economías de la Zona Euro y el aumento de la preocupación por el entorno geopolítico.
"Todo esto está provocando algunos cambios en el comportamiento de los inversores, que están empezando a asumir mayores riesgos en busca de una mayor rentabilidad" así confiesan desde PwC.
Madrid y Barcelona, entre las ciudades más atractivas de Europa
Cada año, los gestores de PwC y ULI analizan los mercados de las principales ciudades europeas y los clasifica con arreglo a sus perspectivas de inversión debido a que Madrid sube hasta el puesto tres del ranking europeo y Barcelona lo hace hasta la posición número 13.
Berlín ha desbancado a Munich en el primer puesto del ranking de perspectivas en el mercado de inversión. Dublín se mantiene en segunda posición, mientras que Hamburgo y Atenas ocupan el cuarto y quinto lugar, respectivamente.
"En el mercado de desarrollo inmobiliario sigue habiendo más apetito inversor en zonas con menor riesgo como Londres, Berlín, Hamburgo, Múnich o Estocolmo", palabras desde PwC.
En cuanto a los sectores, el logístico es el que mejores perspectivas presenta gracias al impacto del comercio electrónico. Le sigue el segmento de oficinas en el centro de las ciudades, mientras que los de oficinas en el extrarradio y los parques empresariales pierden interés progresivamente.
Para Rafael Pérez Guerra, socio responsable del sector Inmobiliario en PwC, "España continuará siendo un mercado rentable y competitivo en el sector inmobiliario en 2015, en comparación con otros países y ciudades de la Zona Euro."