El Rey ha tomado la decisión de aplazar sine die la ronda de contacto con los representantes de los grupos parlamentarios, hasta que no se fragüe un acuerdo que garantice una investidura con éxito. Ahora depende de la voluntad política y de la fecha límite el próximo dos de mayo para evitar la convocatoria de […]
Dirigentes Digital
| 07 mar 2016
El Rey ha tomado la decisión de aplazar sine die la ronda de contacto con los representantes de los grupos parlamentarios, hasta que no se fragüe un acuerdo que garantice una investidura con éxito. Ahora depende de la voluntad política y de la fecha límite el próximo dos de mayo para evitar la convocatoria de unas nuevas elecciones. El panorama político ha cambiado poco tras las elecciones. Quizá el PP todavía está más aislado con el resto de fuerzas políticas, la distancia entre PSOE y Podemos es mayor y se ha gestado un pacto postelectoral entre socialistas y Ciudadanos. Pero los escenarios para evitar las elecciones son muy parecidos y los candidatos se aferran a ellos para imponerlos.
El primero es la gran coalición entre PP y PSOE. Es la salida que ofrece un Gobierno más estable con 213 escaños. Desde el principio Mariano Rajoy ha defendido esta fórmula liderada por el mismo, aunque al principio se mostraba partidario de una abstención del PP. Ahora repite el mantra de que sería el Gobierno más fuerte y contaría con Ciudadanos, "aunque no son necesarios para realizar las reformas que necesita España y dar confianza". El presidente en funciones insiste en llamar esta semana Sánchez y admite a verse de manera conjunta con Rivera como exige el socialista. Pero ha rechazado de forma categórica negociar sobre el acuerdo pactado entre PSOE y Ciudadanos.
La gran duda de esta opción es cómo se podría definir. Roto el veto por parte del PSOE de negociar con el PP, no está claro que permita repetir a Rajoy y si las tres formaciones se incorporarían al Gobierno. Rivera ya dejó caer que cuenta con los populares, pero no con Rajoy, para sumarse a un acuerdo. Dos días después de la investidura fallida de Sánchez, el acuerdo forjado con Ciudadanos sigue siendo el pivote para negociar con el PP. Tanto Rivera como el secretario general del PSOE, se han comprometido a mantener en vigor el pacto y negociar de forma conjunta con el resto de fuerzas políticas.
La otra opción con viabilidad y lógica política es la coalición de izquierda. Podemos e IU quieren retomar las negociaciones con el PSOE que se rompieron tras el acuerdo con el Ciudadanos. Pablo Iglesias sigue exigiendo a Sánchez que rompa con Rivera para explorar un "Gobierno de cambio" y Sánchez lo ha vuelto a rechazar. Desde el PSOE argumentan que las fuerzas de izquierda en el Parlamento no suman para formar Gobierno, mientras Podemos cuenta con el apoyo directo o indirecto de independentistas catalanes y PNV para salvar la investidura. Algo que Sánchez rechaza para llegar a La Moncloa.
Ayer, Pedro Sánchez, volvió a insistir tanto a Podemos como al PP para que se sumen al pacto con Ciudadanos. En la práctica supone rechazar un Gobierno de coalición de izquierda y abrir una tercera vía, un Gobierno de minoría con Ciudadanos. El PSOE insiste que si no se suman al pacto ninguna de las formaciones, les dejen gobernar con una abstención.