A cierre del primer semestre, indica la agencia de calificación crediticia Fitch, los ratios de morosidad de los principales sistemas bancarios de la Unión Europea (UE) se mantuvieron o mejoraron, a excepción de Italia. La débil calidad de los activos en este país y en España refleja las fuertes tensiones económicas, especialmente en el mercado […]
Dirigentes Digital
| 27 ene 2016
A cierre del primer semestre, indica la agencia de calificación crediticia Fitch, los ratios de morosidad de los principales sistemas bancarios de la Unión Europea (UE) se mantuvieron o mejoraron, a excepción de Italia. La débil calidad de los activos en este país y en España refleja las fuertes tensiones económicas, especialmente en el mercado inmobiliario patrio. Mientras tanto, llama la atención la caída de la mora en Alemania y Reino Unido, que ha ido acompañada del apetito de los institucionales por el "ladrillo".
Al mismo tiempo, los datos de la firma apuntan a unas mayores coberturas entre las entidades francesas y españolas. Y a que la cartera vencida sin reservas tiene gran peso en el capital de la banca italiana y española, "pero nuestro escenario base es de una estabilización". Los bancos germanos, matiza, "se benefician de un régimen de insolvencia robusto y un mercado inmobiliario líquido, lo que en parte explica su cobertura de reservas media por debajo de los cinco principales, sin embargo, la calidad de los activos de algunos bajos esta lastrada por la exposición al shipping".
En este contexto, ¿qué debemos vigilar? En primer lugar, a los tests de estrés de 2016. Desde febrero, la Autoridad Bancaria Europea (EBA por sus siglas en inglés) examinará a 53 bancos de la UE, cuyos resultados se esperan para el tercer trimestre del año.
Después, Fitch lo tiene claro, "la mejora de los regímenes de insolvencia" es clave. Los políticos de la región están instando a los países a mejorar la regulación en este sentido hacia unas mejores prácticas en la reestructuración de las deudas incobrables. "Esperamos que aquellos con procesos menos eficientes y niveles más altos de cartera vencida se centren", sobre todo tras la ‘advertencia’ del Banco Central Europeo (BCE) sobre una mayor vigilancia.
Finalmente, nos encontramos ante la "transición a IFRS 9", la norma contable que sustituye el concepto de pérdida realizada por el de pérdida esperada y entrará en vigor a partir de 2018.