La cadena Fox News, el tótem mediático del republicanismo, se encargará de organizar y de transmitir el primer debate republicano. El evento ha generado una gran expectación a pesar de que más de un año para las elecciones presidenciales en Estados Unidos y seis meses para que los primeros voten en las primarias del Partido […]
Dirigentes Digital
| 06 ago 2015
La cadena Fox News, el tótem mediático del republicanismo, se encargará de organizar y de transmitir el primer debate republicano. El evento ha generado una gran expectación a pesar de que más de un año para las elecciones presidenciales en Estados Unidos y seis meses para que los primeros voten en las primarias del Partido Republicano. Pero, el debate contará con el empresario Donald Trump que ha irrumpido como un vendaval en la carrera con declaraciones xenófobas sobre los inmigrantes ilegales y críticas subidas de tono a Obama, Kerry y a cualquier persona que pase por su cabeza.
El magnate inmobiliario siempre se ha movido muy bien delante de las cámaras durante toda su vida y lo está poniendo en práctica en una ruidosa precandidatura. Trump está consiguiendo acaparar los medios de comunicación abriendo debates de forma polémica y eclipsando al mismísimo Obama. Lidera las encuestas de manera clara, la recaudación y está marcando la agenda política del resto de adversarios. Por todo ello, el debate se ha convertido en un gran acontecimiento por ver a Trump a medirse a políticos con más experiencia.
Se medirá al ex gobernador de Florida, Jeb Bush; al actual gobernador de Wisconsin, Scott Walker; y al ex gobernador de Arkansas, Mike Huckabee, entre otros. Tanto medios conservadores, como demócratas, están escribiendo ríos de tintas sobre el magnate y por raro que parezca sus posiciones coinciden en señalar en que no es el mejor candidato para la Casa Blanca. Muchos vaticinan que la fulgurante progresión se verá hoy frenada en seco al exponerse al resto de candidatos. Tradicionalmente, en estos debates cuando hay un favorito claro no sale muy bien parado porque los adversarios cargan por todos los flancos.