Las negociaciones entre Grecia y sus acreedores están cogiendo rasgos de una guerra entre dos bandas. Como en toda batalla, la propaganda se ha convertido en un aliado indispensable. Las conversaciones hace tiempo que dejaron de ser de guante blanco. Pero hasta que Tsipras no convocó la semana pasada el referéndum las tensiones se disimulaban, […]
Dirigentes Digital
| 09 jul 2015
Las negociaciones entre Grecia y sus acreedores están cogiendo rasgos de una guerra entre dos bandas. Como en toda batalla, la propaganda se ha convertido en un aliado indispensable. Las conversaciones hace tiempo que dejaron de ser de guante blanco. Pero hasta que Tsipras no convocó la semana pasada el referéndum las tensiones se disimulaban, por lo menos una parte, la delegación griega no se ha cortado en llamar terroristas a los acreedores.
Pero ayer el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, rompió la moderación de los responsables europeos que llevan la negociación, en el Parlamento Europeo. Acusó a Tsipras de faltar a la verdad y dijo que el Ejecutivo comunitario había puesto desde el principio 35.000 millones en un préstamo, que siempre se había rechazado por no obligar a los armadores griegos a pagar impuestos.
Durante la campaña que llevó al primer ministro Tsipras a ganar las elecciones de enero cargó duramente contra el PASOK y Nueva Democracia por mantener un clientelismo en sectores privilegiados. Desde Holanda se ha filtrado una carta del ministro de Economía Jeroen Dijsselbloem, que a su vez es jefe del Eurogrupo, a su partido laborista que explica que "durante las negociaciones hemos insistido en que las grandes compañías navieras por fin paguen impuestos, pero el Gobierno de Alexis Tsipras no ha estado dispuesto a hacerlo. Hemos propuesto recortar en defensa en vez de ahorrar en pensiones y el Gobierno de Tsipras tampoco ha estado dispuesto".
Dijsselbloem ha sido muy duro con los cincos meses de Gobierno de Syriza, "las personas independientes que hay en servicios de la Administración, como Hacienda, corren el riesgo de ser despedidos o procesados". Y añade que "exigimos a Grecia que ponga orden. Hay que afrontar la moral tributaria, la corrupción, el nepotismo y los monopolios de poderosos sectores protegidos".