La corrección sufrida por las acciones chinas ha hecho saltar todas las alarmas, llevando a muchos analistas incluso a situar su "peligrosidad" por encima del riesgo de Grexit que hace apenas una semana hemos dejado atrás (de momento). Sin embargo, la Bolsa ha caído "simplemente" a sus niveles de marzo de este año: el Shangai […]
Dirigentes Digital
| 21 jul 2015
La corrección sufrida por las acciones chinas ha hecho saltar todas las alarmas, llevando a muchos analistas incluso a situar su "peligrosidad" por encima del riesgo de Grexit que hace apenas una semana hemos dejado atrás (de momento). Sin embargo, la Bolsa ha caído "simplemente" a sus niveles de marzo de este año: el Shangai Stock Index (SHCOMP), por ejemplo, acumula ganancias del 18% en lo que va de año e, incluso tras el sell-off, sube un 84% respecto al año pasado.
Aunque siempre es difícil, incluso a posteriori, analizar las causas profundas de un rally y posterior desplome de un mercado, "parece claro que en este caso el apalancamiento ha jugado un papel importante", opinan los analistas de Barclays. Y afirman tajantes: "El efecto de estas idas y venidas del mercado en la economía real no debe ser exagerado".
En primer lugar, aunque la inversión en renta variable se ha popularizado en China, tan sólo un 6,6% de la población tiene exposición directa a la misma. Por otra parte, la rapidez del movimiento pone en cuestión el "tamaño potencial" de sus efectos negativos en la riqueza. En el acumulado anual la Bolsa aún gana, por lo que "parece más sensato pensar en redistribución de la riqueza que en reducción de la misma. Además, al haber ocurrido la corrección en un periodo tan breve de tiempo, es probable que la mayor parte de los consumidores no han tenido tiempo de cambiar su propensión al gasto".
Al mismo tiempo, indican, el mercado de valores chino "no es todavía una de las principales fuentes de financiación de las empresas". En 2014, supuso el 2,7% del total; mientras que en lo que va de año representa el 4,8% (425.000 millones de renminbis), frente al 10,5% de las emisiones de bonos (929.999 millones) o el 75% de los préstamos bancarios (6,6 billones).
En otro orden de cosas, la entidad británica destaca que "el sector de servicios financieros se ha convertido en un motor cada vez más importante del crecimiento". En el primer trimestre, esta industria creció un 16% en tasa intaranual y aportó 1,4 puntos porcentuales al crecimiento del PIB (frente al 10%, 0,7 puntos porcentuales, respectivamente, de 2014).
"Para evaluar los posibles canales de transmisión entre la Bolsa y la economía real, nosotros estimamos la correlación entre los retornos anuales del mercado y el crecimiento del PIB de un trimestre antes y encontramos que una rentabilidad del 10% de la renta variable impulsa la mejora del PIB en un 0,2%. Dicho esto, incluso una corrección del 20% adicional, que llevaría a las acciones a una pérdida anual del 10%, tendría un efecto máximo de 0,2 puntos porcentuales", explican estos expertos.
Finalmente, "mientras que la volatilidad bursátil ha complicado las políticas monetarias, creemos que la flexibilización en este sentido continuará dada la desaceleración económica". En este contexto, mantienen su previsión de aumento del PIB del 6,8% en 2015, con riesgos a la baja.