A este lado del Atlántico, Grecia (siempre Grecia) y unas mayores perspectivas de crecimiento e inflación, unida a la escasa profundidad de los mercados, ha provocado un repunte en las rentabilidades que ha hecho saltar las alarmas. Por ejemplo, el bono a diez años español ha pasado en pocos días a cotizar en niveles del […]
Dirigentes Digital
| 13 may 2015
A este lado del Atlántico, Grecia (siempre Grecia) y unas mayores perspectivas de crecimiento e inflación, unida a la escasa profundidad de los mercados, ha provocado un repunte en las rentabilidades que ha hecho saltar las alarmas. Por ejemplo, el bono a diez años español ha pasado en pocos días a cotizar en niveles del 1,1% a rozar ya el 1,9%; al mismo tiempo, el interés del bund aleman ha escalado por encima del 0,7%.
Así, en la primera semana de mayo, según datos de Morningstar, los fondos de inversión de deuda europea experimentaron salidas por un importe cercano a los 20 millones de euros. Mientras tanto, ascienden también las TIRes en Estados Unidos, ante el "ruido" en torno a la subida de tipos de la Fed, las importantes emisiones que va a llevar a cabo esta semana el Tesoro y a pesar de los débiles datos recientes y del Dólar.
Muchas dudas e incertidumbres, pues aunque podemos hablar de estos "factores" como artífices de la escalada, el mercado no tiene realmente claro cómo o más bien qué explica exactamente este repunte. En este sentido, José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, pregunta: "¿Les extraña que las rentabilidades de la deuda estén subiendo? Y subiendo ligeramente, aunque desde niveles mínimos lo que lleva a magnificar la subida de tipos. Yo no lo esperaba ahora, pero tampoco lo veo tan extraño. Dicho esto, un ejemplo de la inestabilidad de fondo del mercado. Pero es pronto para hablar de cambios de tendencia".
Por su parte, Markus Allenspach, estratega jefe de renta fija de Julius Baer, recuerda que llevan tiempo advirtiendo sobre el hecho de que el nivel de rentabilidad el bono a diez años alemán es "insostenible a medio plazo", por lo que auguraban "correcciones tan pronto como el mercado empiece a especular sobre el fin del programa de compra de deuda (QE) del Banco Central Europeo (BCE)".
En su opinión, las rentabilidades aún se encuentran por debajo de su valor razonable y no son lo suficientemente altas como para atraernos de nuevo al mercado europeo de deuda, por lo que recomiendan a los inversores mantenerse al margen y ser cautos.
Sobre la renta fija estadounidense advierte de que hay margen para más volatilidad y, por tanto, "preferimos segmentos más líquidos, como los bonos alto grado de inversión, o los que pagan altos spreads, como los deuda corporativa de emergentes con divisas fuertes". Considera asimismo que aún es pronto para volver al high yield estadounidense. Ahora bien, dentro de este espectro de mayor riesgo, Rick Harrel, analista senior de deuda soberana de Loomis, Sayles & Company, considera que a pesar de que los mercados emergentes han sufrido un duro golpe, "hay valor en el high yield (corporativo y denominado en dólares) en algunos países e industrias".
En el Viejo Continente, Barclays tiene claro que si Grecia es capaz de "no caer por el precipicio" al que se encuentra asomada, "la renta variable europea es nuestro activo, teniendo en cuenta la mejora de las ganancias, del crecimiento y la valoración relativa respecto a los bonos". Ahora bien, si Atenas "falla", estos expertos creen que "la deuda periférica de mayor plazo y el crédito bancario sufrirán un significativo periodo de estrés, especialmente si lo comparamos con los bajos niveles de volatilidad a la que muchos inversores se han acostumbrado". Así las cosas, dadas las incertidumbres inherentes a la república helena, la firma concluye que "la cobertura de las posiciones largas en Bolsa y en la deuda a largo plazo y crédito bancario parece el camino más seguro de aquí en adelante".
En este sentido, el Departamento de Análisis de Bankinter señala que, "tan cierto es que las TIRes negativas no están respaldadas por un racional sólido, como que ahora mismo atravesamos un momento de corrección excesiva en bonos que se superará porque el BCE seguirá comprándolos. Solo hay que evitar las TIRes negativas y aceptar que las Bolsas irán más despacio. Nada más…" Su recomendación en renta variable pues es comprar la actual debilidad y sobreponderar cíclicas, consumo y bancos.
Finalmente, Joaquín Casasús, director general de Abante Asesores Gestión, explica que "los tipos en Europa se habían ido a niveles extremadamente bajos, y en poco tiempo han repuntado. Pero lo que era absurdo era lo de antes". En su opinión, había mucha complacencia y "poco que rascar", por lo que en cuanto alguien ha iniciado el movimiento, este se ha acelerado con "mucha gente del mismo lado intentando salir de unos mercados que no son muy líquidos". Así, recomendación es no estar invertidos en renta fija, aunque si hay que incluir este activo en cartera vería oportunidad para ir tomando posiciones si el bono alemán se va al 1% y el español supera el 2%. "En otros segmentos como el high yield no nos compensa asumir ese riesgo, que preferimos buscar a través de la renta variable", afirma.