Apenas un mes después de que saltara el escándalo acerca de las prácticas, cuanto menos discutibles, que utilizaba el Gobierno estadounidense para conseguir información de los clientes del servidor Yahoo, Estados Unidos vuelve a ‘meterse en un lío’. Esta vez, ha sido Twitter quien ha impuesto una demanda contra el país por que según ellos, […]
Dirigentes Digital
| 08 oct 2014
Apenas un mes después de que saltara el escándalo acerca de las prácticas, cuanto menos discutibles, que utilizaba el Gobierno estadounidense para conseguir información de los clientes del servidor Yahoo, Estados Unidos vuelve a ‘meterse en un lío’.
Esta vez, ha sido Twitter quien ha impuesto una demanda contra el país por que según ellos, las restricciones sobre lo que la compañía puede decir de las solicitudes de datos de los usuarios, violan sus derechos.
Esta demanda está apoyada en la Primera Enmienda de la Constitución, que defiende la libertad de expresión, religión y el derecho del pueblo a reunirse en asamblea. Twitter, en palabras de uno de sus vicepresidentes, ha declarado que tiene todo el derecho del mundo a responder a las preocupaciones de los usuarios, así como a facilitar información sobre el alcance de la vigilancia del Gobierno estadounidense. Además, en la demanda se detalla que para Twitter, el Gobierno limita su capacidad para ofrecer una perspectiva propia sobre estas solicitudes de información.
La posición restrictiva adoptada por Estados Unidos con las principales empresas tecnológicas obliga a compañías como Twitter a ofrecer una versión de lo que ocurre ‘preaprobada’ por el Gobierno o simplemente mantener silencio al respecto.
Aunque en medio de una preocupación creciente, tanto por parte del cliente como de las entidades sobre privacidad, cinco empresas de esta naturaleza han firmado un acuerdo con el Gobierno sobre el alcance de la vigilancia del Ejecutivo, Estados Unidos sigue a lo suyo.
El Ejecutivo estadounidense sostiene por su parte que tanto el FBI como la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) tratan de defender al país de amenazas. Sin embargo, no termina de quedar claro que amenazas pueden suponer comentarios publicados en Twitter, que son abiertos al público y puede leerlos todo el mundo.