La desaceleración de la segunda economía del mundo ha derivado en un paulatino cambio del modelo económico del país. Las manufacturas y las exportaciones, pilares básicos de la economía china, se han resentido durante la crisis. El primer ministro chino, Li Keqiang, ya anunció que el país se encuentra inmerso en un proceso de transformación […]
Dirigentes Digital
| 06 nov 2015
La desaceleración de la segunda economía del mundo ha derivado en un paulatino cambio del modelo económico del país. Las manufacturas y las exportaciones, pilares básicos de la economía china, se han resentido durante la crisis. El primer ministro chino, Li Keqiang, ya anunció que el país se encuentra inmerso en un proceso de transformación económica para reducir la importancia del sector industrial y las inversiones en activos fijos e incrementar el peso de los servicios y el consumo privado.
Las exportaciones chinas han caído un 1,8% interanual y los datos del PMI manufacturero de China apuntan a un declive de la actividad, obligando a los productores chinos a bajar sus precios, lo que ha llevado al Índice de Precios al Productor a caer un 5,9% en septiembre.
En una reciente conferencia realizada en Madrid por los expertos de Fidelity Worldwide Investment (y que DIRIGENTES recoge en su revista de noviembre), los analistas apuntan a que China está haciendo la transición desde un modelo económico basado en las manufacturas, las exportaciones, el crédito y la inversión hacia una "nueva economía" basada en el consumo y en los servicios.
Desde la gestora apuntan a que lo que ocurre es que "el alejamiento de la vieja economía está yendo más rápido que el desarrollo de la nueva economía". El PMI de servicios se mantenía hasta la fecha como compensación del agotamiento del sector manufacturero, mostrando señales de ese posible cambio de modelo.
Con respecto a esto opina Enrique Fanjul, consejero comercial de la embajada española en Pekín y presidente del Comité Empresarial Hispano-Chino, en un artículo en la web de Estudios de Política Exterior. Fanjul apunta a que la economía china se reequilibrará en tres direcciones: en primer lugar, hacia un mayor peso del consumo, en detrimento del ahorro y la inversión; en segundo, hacia un menor peso de la exportación, que debe ser compensado por una mayor demanda doméstica; y en tercer lugar, hacia un mayor peso de los servicios, en detrimento de la producción industrial.
El Comité Central del Partido Comunista se ha propuesto mejorar el nivel de vida de los ciudadanos chinos, algo que conllevaría un incremento de la presencia del sector de los servicios. Mientras la producción de China se mantenga enfocada hacia la exportación y la manufactura y no se potencie la demanda interna será difícil conseguir un incremento de la calidad de vida, pues es necesario potenciar el consumo.
De momento, parece que el crecimiento del consumo no crece en la misma medida entre los chinos más ricos y los más pobres. De hecho, los últimos datos de Hurun Report señalan que el número de multimillonarios en China ha crecido hasta los 596 y ya supera a los multimillonarios que registra la primera economía mundial, Estados Unidos.