Según la agencia 5G Américas, que concentra a las principales empresas del sector y fabricantes de equipos, las telecomunicaciones en Latinoamérica siguen siendo una asignatura pendiente. Pese a contar con el servicio de las operadoras más grandes del mundo, las complicaciones políticas y sobre todo económicas de los últimos años están empujando a estos servicios […]
Dirigentes Digital
| 22 abr 2016
Según la agencia 5G Américas, que concentra a las principales empresas del sector y fabricantes de equipos, las telecomunicaciones en Latinoamérica siguen siendo una asignatura pendiente. Pese a contar con el servicio de las operadoras más grandes del mundo, las complicaciones políticas y sobre todo económicas de los últimos años están empujando a estos servicios al abismo.
México pone a disposición del mercado apenas el 24,2% del espectro recomendado. Mientras que sólo cuatro países de la región han asignado más del 30% de la sugerencia de la UIT para 2015 que son Argentina con un 31%, Brasil con un 41,7, Chile con un 35,8 y Nicaragua con un 32.3. Peor situación atraviesan El Salvador, Guatemala y Panamá, que están por debajo del umbral del 20%.
"La carencia de espectro suficiente para el desarrollo de los servicios móviles impacta negativamente a los consumidores, que se ven privados de servicios innovadores con un funcionamiento óptimo, y a la vez, limita el potencial de crecimiento de la industria de telecomunicaciones", explicó José Otero, Director de 5G Americas para América Latina y el Caribe.
La situación se agrava si nos centramos en países como Venezuela o Brasil, muy sacudidos por la caída de las materias primas y la crisis política. En Venezuela, Nicolás Maduro ha comenzado a tomar medidas desesperadas por la perdida de dinero que supone para el país la caída del precio del petróleo, principal fuente de ingresos. Compañías de telecomunicaciones como Telefónica o Digitel tomaron la determinación, a principios de abril, de suspender ciertos servicios por la drástica reducción del presupuesto de divisas de la República, "que ha generado a su vez restricción en el acceso a divisas para la cancelación de contratos de naturaleza internacional". En Brasil por su parte, la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) ha tenido que llamar la atención a los operadores para intentar poner fin a la era del Internet limitado.
En definitiva, para América Latina el avance de la tecnología se está convirtiendo en un problema, ya que las posibilidades económicas en la región en la mayoría de los casos son limitadas y esto trae consigo que un sector de la población y de las empresas usen equipos antiguos, que no se actualizan y tienen problemas de conexión a Internet. A mediados de 2015, más del 50% de la población del país continuaba sin tener acceso a Internet. La brecha digital afecta principalmente a población rural, mujeres, mayores y pueblos indígenas.
Según declaró Mauricio Agudelo, especialista en telecomunicaciones de CAF, "se requieren 143.000 millones de dólares adicionales para cerrar esa brecha digital de aquí al 2020". Sin embargo, estos 143.000 millones no van a llegar solos a la región "si no hay un marco institucional que promueva la inversión, la competencia, que disminuya la incertidumbre de las empresas", añadió el experto.