Finalmente el BCE sorprendió con sus nuevas medidas de expansión monetaria, superando las expectativas más optimistas de los inversores y analistas. Sin embargo, y a pesar de que la reacción inicial de los mercados financieros fue la que podría esperarse en un caso así, posteriormente el comportamiento de los mismos fue, por lo menos, sorprendente. […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
Finalmente el BCE sorprendió con sus nuevas medidas de expansión monetaria, superando las expectativas más optimistas de los inversores y analistas. Sin embargo, y a pesar de que la reacción inicial de los mercados financieros fue la que podría esperarse en un caso así, posteriormente el comportamiento de los mismos fue, por lo menos, sorprendente. Así, decidió ayer bajar todos sus principales tipos de interés de referencia: el de los depósitos hasta el -0,40%; el marginal de crédito hasta el 0,25%; y el de refinanciación a corto plazo hasta el 0%. El consenso sólo esperaba la primera de estas tres actuaciones. Además, incrementó en 20.000 millones el importe de sus compras mensuales de activos en los mercados secundarios, incluyendo entre sus objetivos de compra bonos corporativos no bancarios con grado de inversión. Los expertos barajaban la posibilidad de un incremento algo menor, de EUR 10.000 millones hasta los EUR 70.000 mensuales. Por último, anunció cuatro nuevas subastas de liquidez ilimitada, con un vencimiento a 4 años, las conocidas como TLTRO, dirigida a los bancos de la región. El mercado esperaba que el BCE anunciara alguna nueva TLTRO, aunque no cuatro más.
Por tanto, lo anunciado ayer superó las mejores expectativas. La reacción inicial fue la esperada: i) el euro se depreció más del 1,5% respecto al dólar; ii) los bonos subieron con fuerza, descendiendo sus rentabilidades, especialmente en el caso de los bonos periféricos; y iii) las Bolsas experimentaron fuertes alzas, lideradas por el sector bancario, con las entidades españolas e italianas subiendo con mucha fuerza. En este sentido, señalar que si bien el BCE ha asegurado por cuatro años liquidez suficiente para estas entidades, el resto de medidas adoptadas y el hecho de que su presidente, Mario Draghi, diera por hecho que los tipos de interés se mantendrán bajos mucho tiempo, es negativo para el sector bancario ya que lastrará sus márgenes y sus rentabilidades, por lo que la euforia a la que asistimos ayer en el sector no creemos que esté del todo justificada.
Pero si esta fue la reacción inicial, una frase de Draghi en la que vino a descartar nuevas rebajas de tipos (no sabemos dónde quiere el mercado que los sitúe), aunque no nuevas actuaciones no convencionales en materia de política monetaria, hizo girar los mercados 180 grados. Así, el euro se dio la vuelta y se revalorizó más del 1,5% frente al dólar en su giro más brusco en un día desde el pasado 3 diciembre, cuando el BCE se "quedó corto" en sus medidas. Por su parte, los bonos giraron a la baja, lo que provocó el fuerte repunte de sus rentabilidades. La del bonos 10 años alemán pasó del 0,16% a cerrar por encima del 0,30%, prácticamente duplicando su rentabilidad. Por último, las Bolsas se dieron la vuelta, cerrando los principales índices bursátiles de la Zona Euro con fuertes descensos, en sus niveles más bajos del día. De esta "quema" se salvaron los índices español e italiano, los primeros cerrando casi planos y los segundos con moderados descensos, debido a que, como hemos señalado en muchas ocasiones, el peso relativo del sector bancario en los mismos es muy elevado y fue éste el único sector que mantuvo el tipo hasta el final de la sesión, aunque la mayorías de las entidades cerraron muy lejos de sus máximos del día.
Consideramos la reacción de ayer de los mercados como desmesurada y sin fundamento. No nos vale la excusa de que "los inversores vendieron con la noticia" puesto que i) el BCE superó las expectativas del mercado y ii) la reacción inicial de los inversores fue la normal cuando la noticia supera las expectativas de los inversores, como ocurrió holgadamente en este caso. El hecho de que vea complicado seguir bajando sus tipos de interés es normal, ya que toda política tiene un límite y este se ha alcanzado en materia de tipos. No obstante, Draghi sugirió que todavía tienen herramientas para impulsar el crecimiento económico y la inflación en caso de ser necesarias. Otro tema es que el BCE por sí solo no puede sacar a la Zona Euro del actual escenario de bajo crecimiento sin la "ayuda" de unos Gobiernos que parece que ni están ni se les espera, pero eso es otra historia que no creemos que entrara ayer en juego.
Por último, señalar que el giro que dio a la baja el precio del crudo ayer, que lastró el comportamiento en bolsa del sector energético, fue consecuencia de las dudas que surgieron durante la jornada acerca de la reunión que en principio tienen previsto mantener los grandes productores de la OPEP y Rusia el 20 de marzo. El hecho de que Irán no parezca dispuesta a congelar su producción puede incluso impedir que esta reunión tenga lugar, hecho que AYER provocó la mencionada caída del precio del crudo.
Por lo demás, señalar que esperamos que una segunda lectura de las medidas adoptadas por el BCE sea más positiva, ya que a medio plazo las mismas deben servir para impulsar al alza la renta variable, ahora sí, única inversión atractiva que le queda a los inversores. Seguimos pensando que en un escenario de tipos bajos durante mucho tiempo los valores de elevada capacidad de generar caja libre y que ofrecen altas rentabilidades por dividendo son una apuesta atractiva para los inversores más conservadores.
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