El espectacular aumento de los tipos de la deuda pública europea ha sorprendido a los inversores, no solo por su amplitud, sino también por el momento en el que se han producido y por su naturaleza. Sin embargo, en el pasado se han observado repuntes en los rendimientos durante los periodos de relajación cuantitativa en […]
Dirigentes Digital
| 19 jun 2015
El espectacular aumento de los tipos de la deuda pública europea ha sorprendido a los inversores, no solo por su amplitud, sino también por el momento en el que se han producido y por su naturaleza. Sin embargo, en el pasado se han observado repuntes en los rendimientos durante los periodos de relajación cuantitativa en Estados Unidos y Reino Unido.
Cuando se ponen en marcha programas de compra de activos, los mercados de bonos tradicionalmente pasan por dos fases claramente diferenciadas: un primer movimiento de descenso constante de los tipos nominales, coincidiendo con los esfuerzos de expansión monetaria de los bancos centrales, y una segunda fase de aumento de los tipos nominales, en paralelo al ajuste de las previsiones de inflación.
Sin embargo, en el caso de la corrección actual en los mercados de renta fija sorprende constatar que el súbito ascenso del bund alemán se ha materializado en una subida del tipo real, pero sin que verdaderamente hayan cambiado de forma significativa las previsiones de inflación.
Para amortiguar el impacto de esta subida de los tipos en los países del centro de Europa creemos que lo mejor es llevar a cabo una gestión flexible con un posicionamiento favorable a los títulos con vencimientos intermedios, entre tres y cinco años. Este segmento de la curva es el que mejor ha resistido el movimiento de subida de la curva, y a su vez ha ofrecido las mejores primas de rendimiento. Una de las razones del comportamiento favorable de los tipos cortos es, obviamente, la política que aplica el Banco Central Europeo a sus tipos de referencia, que sabemos que estabiliza en niveles bajos los rendimientos de los bonos con vencimientos reducidos. Asimismo, hemos decido aprovechar también el potencial que ofrece al deuda corporativa como motor de rentabilidad.
Ante este entorno de mercado, nuestra estrategia se centra en buscar constantemente los factores del mercado que ofrecen recorrido, de ahí que apostemos por los títulos con calificación "BBB" y "BB" dentro de la renta fija corporativa. En nuestra opinión, este universo denominado "cross over" (deuda cuya calificación está entre grado de inversión y alto rendimiento) encierra emisores con sólidas posiciones de tesorería e importantes reservas de liquidez disponibles heredadas del ciclo de saneamiento (la reestructuración de los negocios de estas empresas ha mejorado su rentabilidad) puesto en marcha después de la crisis. Además, estos emisores deberían beneficiarse de la mejoría de las perspectivas de crecimiento.
Emmanuel Petit, Managing Director, Head of the Fixed Income Team de Rothschild & Cie Gestion.