Al final, la Fed subió los tipos de interés en diciembre cuando rechazaron hacerlo en septiembre. Como ven, la diferencia en las perspectivas oficial de tipos entre ambos periodos no ha sido muy diferente. Aunque ha descendido de forma reciente. Y esto dice mucho sobre el sesgo final del comunicado y la conferencia posterior de […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
Al final, la Fed subió los tipos de interés en diciembre cuando rechazaron hacerlo en septiembre.
Como ven, la diferencia en las perspectivas oficial de tipos entre ambos periodos no ha sido muy diferente. Aunque ha descendido de forma reciente. Y esto dice mucho sobre el sesgo final del comunicado y la conferencia posterior de la presidenta de la Fed, que muchos han considerado dovish.
Pero, de hecho, han subido los tipos de interés y se ha iniciado su normalización. Lo primero podía estar descontado (lo estaba); lo segundo es una realidad con la que tendremos que contar en el futuro próximo.
De hecho, ¿no les llama la atención la caída de los tipos de largo plazo tras la subida de tipos oficiales? Algo similar ocurrió en 2004….¿se acuerdan? No, no les voy a hablar del Conundrum. Pero podría hacerlo. Con todo, lo evidente es que si en aquel momento la razón fue el exceso de demanda de papel desde las economías emergentes ahora puede ser la política monetaria expansiva desde los principales países desarrollados. Y que va a continuar y hasta profundizarse a corto y medio plazo…
El viernes pudimos escuchar a dos consejeros de la Fed, uno de ellos felicitándose por la buena reacción del mercado a la subida de tipos mientras el segundo especulaba sobre cuatro potenciales subidas de tipos adicionales en 2016.
¿No les parece un poco agresivo? Desde una perspectiva histórica la primera reacción de las Bolsas ha sido negativa al inicio de las subidas de tipos (-6% promedio), aunque más tarde una vez digerido (pienso en un mes), han reaccionado con subidas. Al final, el comportamiento de la Bolsa debe ser sinónimo de la economía: la subida de tipos se puede considerar como neutral o incluso positiva, en términos de menores desequilibrios y mayores márgenes para algunos sectores. Pero, de nuevo, en nuestro caso debemos valorar hasta qué punto el funcionamiento de los últimos años de los mercados ha sido normal o más bien ha resultado distorsionado por la propia actuación de los bancos centrales. Es una muy buena pregunta que nos va a acompañar en los próximos meses de normalización monetaria, con un reflejo claro de mayor inestabilidad. Pero, como bien dice la Fed, al final la subida de tipos va a depender de los datos económicos. Algo así puede ocurrir con las Bolsas, con la salvedad de que las Bolsas, los inversores, tratan con su actuación de adelantar el futuro económico.
José Luis Martínez Campuzano es estratega de Citi en España.