Según el último dato de 2016 publicado por Eurostat, 117,5 millones de personas, el 23,4% de la Unión Europea estaba en riesgo de pobreza o exclusión social. Esto implica que dos de cada seis europeos estaban o bien en riesgo de pobreza de ingresos o no llegaban a cubrir sus necesidades esenciales o sin trabajo para […]
Dirigentes Digital
| 17 oct 2017
Según el último dato de 2016 publicado por Eurostat, 117,5 millones de personas, el 23,4% de la Unión Europea estaba en riesgo de pobreza o exclusión social. Esto implica que dos de cada seis europeos estaban o bien en riesgo de pobreza de ingresos o no llegaban a cubrir sus necesidades esenciales o sin trabajo para mantener el hogar. Después de tres aumentos consecutivos entre 2009 y 2012, la cuota alcanzó el 25% (cuatro de cada diez ciudadanos de la UE). Desde entonces, el número de personas en riesgo de pobreza y/o exclusión social bajó de forma continua hasta el 23,4% del año pasado, una tasa una décima superior a la de 2009. La reducción de esta población es uno de los objetivos de la estrategia Europa 2020. El mayor riesgo se da en Bulgaria y el menor en República Checa En 2016 hubo tres estados miembros donde más de un tercio de la población se contaba en riesgo de exclusión: Bulgaria (40,4%), Rumanía (38,8%) y Grecia (35,6%). En el lado opuesto se encuentran República Checa (13,3%), Finlandia (16,6%), Dinamarca (16,7%) y Países Bajos (16,8%). España se encuentra 4,5 puntos por encima de la media europea. Desde 2008, la tasa de personas en riesgo de pobreza se ha incrementado desde el 23,8% hasta el 27,9% del año pasado, lo que supone 12,8 millones de personas al borde de la pobreza o de la exclusión en nuestro país. Una de cada seis personas en la UE no llegan a fin de mes El 17,2% de la población de la Unión Europea se encontraban al borde de la pobreza tras recibir ayudas en 2016, lo que supone que su nivel de ingresos se situaba por debajo del umbral del riesgo de pobreza (por debajo del 60% de la mediana de ingresos de cada estado). Esta proporción ha descendido ligeramente en comparación con 2015 (17,3%), aunque está por encima del 16,5% de 2008. En España, la proporción es del 22,3%, lo que significa que uno de cada cinco no gana lo suficiente para mantenerse. Lo mismo ocurre en Bulgaria (22,9%), Lituania (21,9%), Letonia (21,8%), Estonia (21,7%), Grecia (21,2%) e Italia (19,9% según los últimos datos). La situación es más preocupante en Rumanía, donde el 25,3% de la población no puede mantenerse con lo que gana. Por otro lado, República Checa tiene un 9,7% de su población en esta situación, seguida de Finlandia (11,6%), Dinamarca (11,9%), Eslovaquia (12,7%) y Países Bajos (12,8%). Comparado con datos de 2008, la proporción de personas en este grupo se ha incrementado en 21 de los 28 Estados miembros, mientras que ha bajado en tan solo cuatro. Una de cada 13 no subsiste con su salario El 7,5% de los ciudadanos europeos en 2016 estaban materialmente privados de forma severa, lo que significa que sus condiciones vitales estaban condicionadas por una falta de medios como la incapacidad para pagar las facturas o poder mantener la casa caldeada o coger una semana de vacaciones fuera de casa. La proporción de este grupo ha descendido seis décimas con respecto a 2015, aunque se encuentra lejos del 8,5% de 2008. Una de cada 10 no trabaja lo suficiente para mantenerse El 10,4% de los ciudadanos de la UE hasta los 60 años vivían en 2016 en hogares donde los adultos trabajaron un 20% por debajo de su capacidad en los 12 últimos meses. Es decir, las personas con trabajo a tiempo parcial o los parados de media y larga duración. Es el segundo año consecutivo en el que este porcentaje decrece en la UE. España tiene una de las poblaciones más altas de este tipo: un 14,9% en 2016; superado solo por Irlanda (19,25%, según los últimos datos) y Grecia (17,2%).