El sector de la vivienda está disfrutando de vientos favorables. Con un crecimiento continuo apoyado en un aumento de la demanda, tanto los precios de venta de viviendas como los de arrendamiento suponen un atractivo para invertir, en especial el alquiler, con una rentabilidad que supera el 8%. Según el IV Estudio de la demanda […]
Dirigentes Digital
| 24 abr 2018
El sector de la vivienda está disfrutando de vientos favorables. Con un crecimiento continuo apoyado en un aumento de la demanda, tanto los precios de venta de viviendas como los de arrendamiento suponen un atractivo para invertir, en especial el alquiler, con una rentabilidad que supera el 8%. Según el IV Estudio de la demanda de vivienda en España, realizado por Casaktua, uno de cada diez compradores de vivienda no pretende vivir en su nueva casa, sino que la adquiere como inversión. En consonancia con el aumento de la rentabilidad del arrendamiento de viviendas, la opción favorita para rentabilizar la inversión es destinarla al alquiler, tal como lo prefieren uno de cada tres inversores. Además, esta tendencia se ve favorecida por la impresión generalizada (95%) de que el precio del alquiler se ha incrementado. En ese sentido, destaca que el 22% de los propietarios que cuentan con una segunda vivienda la alquilan por largos periodos de tiempo. Considerando el atractivo de esta opción y el retorno que se puede obtener, existe un 8% de propietarios con segunda vivienda que se plantean dedicarla al alquiler. No obstante, dada la subida del precio de venta de la vivienda y también el ritmo imparable del turismo, aparecen dos importantes opciones para los compradores. El 14% de los inversores prefiere rentabilizar su vivienda por medio del alquiler vacacional, mientras que el 12% la adquiere, la reforma y posteriormente la vende a un mayor precio. Por otra parte, desde Casaktua apuntan a un perfil bastante definido de inversor inmobiliario. Dos de cada tres son trabajadores por cuenta ajena de entre 45 y 54 años, residentes mayoritariamente en la Comunidad de Madrid y en Cataluña. Además, los compradores de vivienda disfrutan de condiciones económicas favorables. En primer lugar, los ingresos netos familiares se encuentran entre los 3.000 y los 4.500 euros al mes, mientras que los ahorros para realizar inversiones inmobiliarias se sitúan entre 100.000 y 150.000 euros.